Te ha pasado de que no tienes ganas de asistir a un evento, y menos si se trata de algo de la escuela, pero por esas razones locas de la vida, decides ir. Esto me había pasado la otra vez y creo que el haber faltado hubiera sido un gran, gran error, para mi.
Era martes yo ya había ido a clases y vuelto del gimnasio. Me llego un mensaje de uno de mis mejores amigos diciendo: “che vieja vas mañana a la bienal?” en eso me acorde que el miércoles, o sea el día siguiente se realizaba en la escuela una bienal, la bienal de arte. Yo con toda la pereza del mundo, diré que estoy enfermo para no ir, ya que pensaba que iba a estar muy aburrido. En lo que le marcaba al colegio para decirles que no iría y justificar mi falta, recordé que había prometido no faltar ya que estaba con las notas justas en la modalidad de arte. El caso, colgué el teléfono y me fui a la cama, ya que el día siguiente era la bienal y la modalidad de artes visuales le tocaba trabajar con los grupos de chicos que lleguen. Me fui a dormir y no me entere de más.
Sonó la alarma. Insulte de arriba abajo y me empecé a cambiar y poner el uniforme. Me fui a desayunar, tome mis auriculares, y como hacia frio lleve mi buzo con capucha debajo de la campera del colegio, y fui camino a la escuela. Llegando allí me di cuenta que había mucho movimiento y que toda mi modalidad estaba trabajando preparando los lugares para las escuelas que expondrían. Entro doy el presente y comienzo a trabajar.
Más o menos en una hora empezaron a llegar las escuelas de todos los lugares: Buenos Aires, Paraguay, Mendoza, Uruguay, Córdoba, etc. El caso es que a cada uno nos toco acomodar los colegios en sus respectivos lugares. Con mis amigos hablábamos de lo al pedo que estábamos en ese momento y que dábamos lo que sea para que ya termine para poder irnos.
Ya eran las 11:30hs más o menos y yo estaba dando vueltas para ver si alguien necesitaba algo para ya poder irme. En eso me encuentro con un amigo, el gordo, y me dice que había visto a una chica que le pareció muy linda, yo por curiosidad mía, lo acompañe a ver de quien se trataba. Habíamos ido hasta el patio y nos encontramos con un grupo de los de mi curso, nosotros re colgados, nos quedamos hablando con ellos. En eso mi compañero me da un golpecito en el brazo con la intención de llamarme la atención, haciendo caso omiso escucho lo que me dice: -Fer es ella de la que te hablaba. La vez?- yo estaba atrás de una columna y no la pude ver tan claramente como hubiera querido. Ella se alejaba y el gordo me seguía preguntando si la había visto, para que no joda más le dije que si, aunque solo haya podido ver su espalda y un poco de su cara, en el momento que se alejaba.
Pasaron las horas y nosotros seguíamos trabajando con los grupos, ya casi era la hora de irse y yo no podía esperar a que llegue ese momento. Yo me aleje un segundo del grupo de trabajo, me puse la capucha y mis auriculares y fui para el patio. Veo que allí estaban armados dos grupos, uno eran de mi curso y el otro un grupo de mendocinos y otro amigo, el negro, que estaban hablando y riendo. Por lo reservado que soy me acerco al primer grupo, y hago de cuenta que estoy charlando con ellos. Pero la curiosidad me vence y voy a ver de qué se estaban riendo tanto, para parecer disimulado voy primero a hablar con el negro. Parece que de lo que se reían tanto era de qué se burlaban de los profesores de todos. Yo para caerles bien y no quedar colgado conté una anécdota graciosa sobre uno de nuestros profesores: -una vez un profesor de música, el primer día de clases nos empezó a sacar fotos a cada uno de los alumnos, yo pensaba como que carajos!! Que hace este vago con fotos nuestras?- en eso el negro me interrumpe y dice: -este se masturbaba con nuestras fotos o que se yo, era re puto- en eso se reía todo el grupo.
Nos quedamos hablando y riendo un buen rato. En eso cae el gordo se suma a la charla, todos hablando y riendo y el grupo de mis compañeros que estaba al lado, que no son precisamente “buenos compañeros” empezaron a molestar al gordo, quien intentaba chamuyar a una de las mendocinas con las que hablábamos. En eso me dice el gordo despacio para que nadie escuche: -viste que si es linda-. Hay caí de que la chica se trataba de la que me había dicho antes. Cuando me di cuenta de lo que hacía me empecé a reír yo solo y en vos baja, para que nadie se dé cuenta. En realidad la chica en serio era linda y como buen amigo no intente impedirle nada al gordo. El caso es que no logró nada y se fue.
Se hiso la hora de la despedida, pero antes teníamos una misa para despedir el primer día del evento. Yo me había sentado en la parte del medio en los asientos junto con unos amigos, mientras esperábamos a que comience la misa, hablábamos entre nosotros. Uno de los chicos me pregunto si lo que yo intentaba con la linda chica era un chamuyo, le respondí entre risas que no, solo era una charla para matar el tiempo. Otro de los chicos dijo que la había visto y no me dio bola en lo que dije y llamo a la chica para que venga donde estábamos. Puteandolos en voz baja, me volví a ella y le dije que fuera de vuelta donde estaba, amistosamente y muy nervioso. Ella se fue y la misa dio comienzo, mis amigos se me reían y yo los putiaba, pero en fin éramos amigos y lo habían hecho en forma de joda.
Termino la misa y yo me sentía avergonzado, así que salí de la iglesia me puse mis auriculares, la capucha y me fui para mi casa, sin hablar con nadie más. Llegue a mi casa, tome el libro que me gustaba y empecé a leer hasta quedarme dormido.