Amigo Date Cuenta

Drabble

Este capitulo lo escribí en diciembre del año pasado después de que salió el capitulo porque me dio risa la actitud de Ambos Kwamis en este episodio.

Uno soltándole la verdad a un portador que no escucha y la otra haciéndole notar que tiene celos de sí misma xD En fin, este es un cortito.

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Amigo, Date cuenta.

Palabras: 343

...

Plagg suspiró tomando un trozo de queso, observando de reojo como su portador se movía en su habitación aliviado de que Marinette realmente no estuviera enamorada de su alter ego... de que todo resultó bien...

El Kwami movió los ojos con resignación, engulléndose el queso.

—Es una lástima —susurró, tomando otro trozo de queso—, ya me veía comiendo delicioso pan con queso, quiché...

—¡Plagg, basta! —protestó el rubio— ¿Por qué insistes tanto en el tema? Marinette es una amiga, ¿puedes comprenderlo?

—Claro que lo comprendo —dijo, comiendo de a trocitos su pedazo de queso—. Él que no entiende nada eres tú...

Adrien lo miró, pero no dijo nada. Estaba tan cansado de su aventura que solo quería dormir.

—Buenos noches —dijo, antes de apagar las luces.

—Buenas noches —respondió, antes de volver a suspirar.

El pequeño ser de la destrucción se acercó a la ventaba a ver la luna que se ocultaba detrás de un par de nubes pasajeras...

Quizás los chicos fueran los mejores Chat Noir y Ladybug que habían tenido en toda su vida, pero en otros temas, eran aún muy pubertos para lograr entender lo que tenían en frente de sus narices...

—Si solo te dieras cuenta, Adrien... —susurró, y luego suspiró pensando en Tikki—. Pobre de mí terroncito... debe estar sufriendo con la chica tanto o más que yo...

...

Y el Kwami no se equivocó.

En la panadería Dupain-Cheng, Tikki observaba confundida a su portadora, quien aún seguía feliz de que Chat Noir le fuera leal y fiel a Ladybug.

—¿De verdad no te gusta Chat Noir? —la pregunta de Tikki había salido de sus labios sin intención, Marinette la miró fijamente, antes de entrarse a reír. La pequeña tuvo que juntar fuerzas para no gritarle.

—¡Claro que no! —negó con la cabeza—. ¡Para mí, el único es Adrien! —exclamó, tapándose dispuesta a dormir.

Tikki resopló agotada y se fue a esconder entre las telas que Marinette le dejaba para descansar.

—Si solo te dieras cuenta, Marinette —susurró, la pequeña antes de quedarse dormida.