Villain Week 2019

Día 2: Familia

AU donde Shigaraki asesina a Overhaul y los 8 preceptos de la muerte. La liga termina adoptando a la pequeña Eri. Planeo hacer un spin-off porque el concepto es precioso Y NECESITO ESCRIBIRLO.

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Familia

Familia ese es el cálido lugar, compuesto de personas que se preocupan, quieren y cuidan entre sí.

Aunque si le preguntan a la pequeña niña de ocho años, añadiría que también es ese grupo de personas que se gritan insultos y amenazas de muerte como si no hubiera mañana, aun así, procuraban velar por la seguridad de sus camaradas y asegurarse que siguieran vivos al final del dia.

Tomura le advirtió que dejara sus desvaríos para la adolescencia. Ellos están lejos de ser una familia, pero Eri estaba en desacuerdo.

Cuando dos años atrás, ese hombre de piel agrietada y muchas manos le abriera la puerta a la libertad luego de desintegrar a Overhaul, simplemente no supo a donde ir y optó por seguirlo. Pese a los intentos de Shigaraki por alejarla con amenazas, la niña se mantenía detrás de él hasta que llegaron al escondite. Ahí, el primero en recibirlos fue Twice que estaba confundido de la procedencia de la niña.

—Sólo me siguió —escupió Tomura, yendo a su habitación. Había visto sus brazos vendados y la oscuridad en los orbes rubíes. Él no era un héroe salvandola, sólo se deshizo de su captor porque fue un imbécil que lo provocó. Y aun así, la mocosa lo veía con devoción. Se preguntó si vio a All for One de la misma forma cuando fue rescatado.

En la sala del bar, la pequeña niña veía asombrada su alrededor; seguía temblando de miedo y deseaba correr y buscar algún refugio, pero aquel hombre que la salvó desapareció de su vista y ahora se encontraba con otro que cambiaba rápidamente de ánimo.

—¿Por qué el alboroto, Twice? —El aludido se había limitado a señalar a la niña que apretaba con fuerza la bata blanca. Mr. Compress soltó una exclamación, poniendo una rodilla en el suelo frente a la chiquilla para quedar a la altura de la misma—. ¿Estás perdida, pequeña?

—El jefe la ha traído —explicó Twice, sin entender. El mago asintió, devolviendo su atención a la niña. En un pasado un tanto remoto, él había tenido una esposa y dos hijos que ahora viven en su memoria. Optó por dejarse la máscara e interactuar directamente con la niña.

—¿Te gustan los trucos de magia? —Preguntó, preparando su pequeño arsenal de distracciones.

—¿Qué es un truco? ¿Qué es la magia? —La duda brillaba en sus grandes ojos carmesí y Sako sintió un nudo en el corazón. Hizo un sencillo truco con flores de papel para explicarle, ganándose una expresión de asombro.

Luego de alimentarla e intentar entablar una conversación, se enteraron que su nombre era Eri, que vivió con un tipo llamado Chisaki Kai y que ahora estaba con ellos. No era mucha información, pero peor era nada.

Cuando Toga la vio por primera vez, intentó saltarle encima para desangrarla, le pareció tan bonita, que necesitaba conocer el sabor de su sangre y cómo se vería bañada en el líquido carmesí. Tanto Twice como Mr. Compress alcanzaron a actuar a tiempo.

Por su parte, Dabi tuvo un amargo recuerdo que despertó sentimientos que creyó incinerados. Se limitó a pasarla de largo e ignorarla los primeros días. Cuando escuchó el desastre que provocaban los demás por ser incompetentes al tratar de cuidarla, tuvo que entrar en acción para evitar una catástrofe mayor.

Habían pasado dos años desde que fue adoptada por un grupo de desconocidos. A su corta edad, entendía ligeramente los conceptos del bien y el mal, pero no le importaban. Ella sólo entendía que el hombre de máscara siempre aparecía con un nuevo truco para sacarle sonrisas y regalarle manzanas, la mujer rubia mantenía a raya su necesidad de sangre y que ocasionalmente le pedía permiso para tener un poco de ella, terminaba aceptando para jugar con una versión de sí misma y aminorar la soledad. El hombre de la máscara se entretenía haciéndole clones y explicándole algunas cosas necesarias, por su lado, el tipo con piel verde se dedicaba a enseñarle sobre animales y cómo funcionaba su quirk.

Dabi y Tomura eran casos especial, pensó Eri, observando a sus principales cuidadores que veía como hermanos mayores (según le explicó Mr. Compress alguna vez sobre el significado de ello). El primero era quien más procuraba su bienestar, dándole visitas constantes y asegurándose que estuviera bien. Nunca lo decía abiertamente, pero en sus gestos suaves y palabras ligeras, sentía el afecto que negaba públicamente. Por su parte, Shigaraki la solía interrogar sobre el pasado, su quirk o condición. Ya todos sabían que el cuerno en su frente representaba su poder y el posible control del mismo. Al principio, Eri creyó que seguiría el mismo camino que recorrió con Chisaki cuando Tomura quitó sus vendajes, sin embargo, observó sus cicatrices una y otra vez, asimilando que no, no salvó a la niña. Luego de eso se daba media vuelta, gritaba órdenes y la pequeña se quedaba sola, pero ya no sentía la desolación de verse abandonada.

Porque si, Tomura gritaba órdenes, Dabi insultos y Toga peticiones para matar héroes, pero nadie desvió el foco de atención de las necesidades de la niña.

Eri balancea sus piernas sentada en una silla, mientras terminaba el dibujo, dio los últimos detalles en azul, rojos, negro y verde antes de acercarse a Tomura para ofrecerle la hoja y luego escaparse a su habitación con una feliz sonrisa.

Y si aquel grupo de desconocidos que la salvaron del miedo y horror, no era una familia de verdad, ella realmente prefería no tener una y quedarse con la Liga de villanos, donde es cuidada, protegida (y a regañadientes), amada.