J hope ˚ Don't forget

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Los gemidos y suplicas salían de nuestros labios sin poder evitarlo, no nos importaba que los escucharan, lo único que importaba era poder saciar nuestro deseo el cual había sido el culpable de que ambos termináramos entre las sábanas de aquella cama de hotel. Hoseok me embestía con una fuerza y seguridad que me volvía loca y hacia que cada partícula  de  mi cuerpo reaccionara a él, ante sus suaves caricias y feroces besos.

Yo era completamente suya lástima que el no era mío.

Aferre mis manos en sus hombros buscando algo de estabilidad antes de caer en aquella liberación que tanto había buscado desde que se abalanzó sobre mi en el elevador impactando su boca con la mía de una manera feroz que fue  suficiente para sentir la humedad entre mis piernas.
Ambos caímos sobre la cama saciados y exhaustos, como la mayoría de veces que nos veíamos. Siempre que nos veíamos ignorábamos nuestros problemas y preocupaciones, solo los dedicábamos a conversar y a darnos mimos los cuales terminaban la mayoría de las veces con una pasión desenfrenada y necesitada.

- ¿ logré hacerte sentir mejor ? - susurré acomodándome sobre el pecho de aquel hermoso hombre

- Al igual que siempre preciosa - aseguró colocando su mano en mi espalda haciendo leves círculos  con su dedo.

- No se porque aguantas toda esa mierda Hoseok - hablé algo irritado.

- Porque ella es mi esposa a pesar de todo

Una mueca se formó en mis labios pero no dije nada más, odiaba cuando me recordaba que no era mío. Jung Hoseok era un hombre respetable entre sus colegas y la alta sociedad, era uno de los cirujanos más importantes del país con una prometedora carrera a sus casi treinta. Es un hombre encantador en todo el sentido de la palabra, una amigable compañía que te hacía caer a sus pies con solo una sonrisa que hacía ver sus ojos más pequeños pero adorables, detrás de esa inocente fachada de escondía un hombre pasional y seductor, aquella era la combinación perfecta, solo había un problema, es casado.

Hoseok conoció a su esposa en la universidad y después de algunos años de relación se casaron, ambos parecían muy felices pero todo empeoró en su tercer año de matrimonio, el hombre había descubierto que su esposa lo engañaba con uno de sus colegas  del hospital donde trabajaban ambos. Esa noche el fue a un bar donde se ahogó en alcohol debido al engaño de su perfecta mujer y ahí fue donde lo conocí. Esa noche yo estaba con mis amigas celebrando mi ascenso en la empresa donde trabajo como encargada de Marketing. Cuando vi a Hoseok tambalearse a la salida no dude en ayudarlo y ofrecerme a llevarlo a casa, pero el me suplico que lo llevara a cualquier lugar menos a su casa así que terminamos en lo departamento.

Esa noche fue la primera vez que alguien me beso con tanta desesperación que incluso dolía, pero a pesar de las corrientes de satisfacción que recorrían mi cuerpo, lo alejé de mi asegurándole que en la mañana no recordaría nada y que sería mejor que descansara, no hubo mucha respuesta de su parte y  quedó completamente dormido después de  unos minutos. A la mañana siguiente, Hoseok no recordaba mucho de lo que había ocurrido,solo me dijo que me recordaba al salir del bar, desayunamos juntos y me hablado un poco de la razón por la cual había perdido la razón y había decidido ir a un bar a desahogarse un poco, maldecí a su esposa una y otra vez por ser capaz de engañar a ese Perfecto ser. 
Me sentía mal por el así que le dije que si podía ayudarlo en algo solo me lo pidiera. No supe cómo ocurrió pero después de unos minutos yo terminé sobre la mesa  con su sus labios sobre los míos y sus largos dedos enterrados entre mis piernas haciendo delirar de placer.

Después de ese día nuestros encuentros fueron cada vez más frecuentes, yo sabía que Hoseok estaba conmigo solo por despecho y para pasar el rato pero algo en mi no quería ponerle fin a esto. No podía hacerlo.

BTS˚ Soft Shots˚  [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora