laso De Los Dioses [|omegaverse|]+18 (libro 2)

capitulo I

-cuando éramos unas niñas mi madre siempre me decía, hija haz brujería, pero ten cuidado con fallar porque te puede estallar en la cara-briana la antigua mujer celta, hablaba con sus nietas que, aunque para ellas solo eran historias de ancianas, disfrutaban inmensamente visitar aquella anciana con sus historias inimaginables

-abuela ya hablamos de ello... no eran brujerías, en tiempos más antiguos les decían brujos a los doctores, nuestro padre siempre nos ha dicho, hijas sean buenos médicos o si no las demandaran-eiry habla y su hermana arwen da una gran carcajada al escuchar lo que dice su hermana, mientras su abuela la mira con el ceño fruncido

-ya basta eiry... déjala terminar su historia, sabes que para eso vinimos, cállate aguafiestas...-antes de poder terminar el teléfono de eiry suena, y ella se levanta de inmediato, para poder contestar a su novio dale, el cual no había llamado en toda la semana que llevaba en la casa de su abuela.

La casa de su abuela era totalmente alejada de la ciudad, en donde ellas iban cada fin de mes el cual programaban de sus trabajos para pasar el tiempo en la gran mansión de su abuela la cual costaba de campos enormes y era todo un paraíso, que ella desde pequeñas les encantaba acudir el tiempo que más pudieran. aunque ya no era lo mismo, ya no eran niñas, ya no se desvivían por aquella casa como años atrás, tenían cosas realmente importantes ahora, y aunque venían de familias adineradas ellas les gustaba luchar por tener todo bajo su control no el de su padre, eiry, hija de uno de los mejores doctores del estado, quería convertirse en la mejor de todos, que su padre se sintiera más orgulloso de lo que ya estaba hasta ahora, y por ello luchaba inmensamente, aunque por dentro se sentía vacía y la verdad no sabía muy bien por qué lo hacía, ya que tenía el novio perfecto, su abuela a pesar de ser tan anciana constaba de estupenda salud, y aunque no tenía una madre, tenía un padre que se esforzaba en ser el mejor para ellas, ella no podía pedir más pero porque sentía tan vacía, tan sola. aun no lo entendía

-dale, ¿estas hay?, no te escucho ¿hola...? -la señal era realmente mala en ese lugar, así que decidió, alejarse un poco más tal vez si salía un poco de los límites de sus propiedades encontraría la señal que necesitaba

-dale me escuchas, hola... hola...-sin darse cuenta eiry dio un mal paso y cayó al suelo, en donde su mano quedo lastimada y no tuvo más opción que colgar su llamada y revisar su cortada

-¿no puedes estar aquí? ¿Cómo llegaste aquí? -una voz profunda, se hizo presente en donde ella dio un gran respingo, del susto de muerte que le dio aquella voz

-lo siento no tenía señal... y me acabo de caer-el chico se colocó frente a ella, y la sujeto de la mano en la que ella se había cortado, y la tapo con la suya, el hombre era de una piel pálida, unos ojos negros y un cabello azabache, delgado pero se veía extremadamente varonil, además de tener un olor que era extremadamente delicioso y dulce, caramelo ese era su olor, olía a caramelo

-tienes un olor predominante,,, ¿De dónde bienes?, no importa tienes que irte ahora, o correrás peligro, ahora por lo que puedo notar eres una moringa, lo mejor es que te vayas-una monrin... ¿Qué? ella no entendió nada de lo que aquel chico hablo, así que solo asintió con la cabeza. y se dispuso a irse por donde había llegado, mientras la observaba con mucho interés por que nunca había visto nada parecido, era una mujer hermosa, más de lo que había visto antes, lástima que era una humana, y nunca al parecer ha despertado sus poderes de bruja, y aun así no podría estar con alguien así, ella era prohibida para la gente como ellos

-tiene que ser una broma, que hace una moringa aquí, su sangre huele por todo el bosque, tuve que calmar a los cachorros para que no vinieran a devorarla-Ruth habla, y su hermano da media vuelta a confrontar al susodicho

-por los dioses, vístete Ruth, sabes que odio que me hables cuando estas totalmente desnudo, no entiendo cómo es que Vanessa no ha dado el grito en el cielo cuando te quedas en su casa, y tampoco como kook no te ha cortado tu masculinidad por andar en esas fachas-su hermano lo mira, y le da una sonrisa de diversión