Summer Y Sus Cosas

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Summer Frey

Las sirenas seguían sonando, pero ya no había nadie en los coches. La gente corría gritando de un lado a otro. Los agentes que no se encontraban intentando evacuar a la gente del puente. Muchos coches ardían, o tenían cuerpos atravesados por las balas encima. Summer abrió la furgoneta y se sentó. Metió la llave y arrancó, atropellando a tanta gente como podía. Un hombre con bastón intentó apartarse, pero tropezó con el cuerpo lleno de balas de un policía y fue de bruces al suelo. La furgoneta le pasó por encima de la cabeza, aplastandosela. Las ruedas, manchadas de sangre, vísceras y polvo, giraban cada vez más rápido. Si quería salir del puente, tendría que llevarse por delante las barreras de madera del final, antes defendidas por los policías que ahora yacían muertos en el suelo. Puso la radio y siguió acelerando. Sonaba "Far from any road", de The Handsome Family. Siguió y siguió acelerando, hacia el desierto, hacia su libertad. Las barreras cada vez estaban más cerca. Summer se fijó en el coche de policía que había a un lado. Tenía las puertas abiertas, pero dentro no había nadie.
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Carl, desde debajo del coche, veía acercarse a esa puta zorra psicópata. Su furgoneta estaba cada vez más cerca, iría como mínimo a 125. Observó la mira telescópica. La hija de puta, aún con dos o tres dientes rotos y la cara llena de sangre, sonreía, completamente desquiciada. Apuntó a su frente. Apretó el dedo sobre el gatillo. Bum
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1993
Tenía 10 años, y vivían en el desierto. Tenían que cazar para sobrevivir, así que si mataba a un animal para comérselo, no estaba mal. Era tarde, y a sus espaldas atardecía. Summer levantó el rifle, y apoyó el codo sobre el tronco caído como le indicaba su padre. Apuntó al estómago del coyote. El animal le miraba fijamente. Su padre le dijo que apuntase a la cabeza, para que el animal no sufriese. Ella obedeció. Apuntó de nuevo, movió levemente el rifle y apretó el gatillo. El animal cayó al suelo, levantando una nubecita de polvo. Ella bajó el terraplén corriendo y se acercó al animal. Cuando su padre llegó, ella miraba al animal ensimismada. El coyote se retorcía en el suelo, y gemía lastimeramente. Una lágrima le salía del ojo, y eso sorprendió a Summer, porque no sabía que los animales también lloraban. Su padre se acercó al pobre bicho y le dio la vuelta. Cuando lo hizo miró a la niña con un mirada infinitamente triste. Pero había algo más en esa mirada. Miedo. Porque la bala se hallaba en el estómago.

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⏰ Última actualización: Sep 13, 2021 ⏰

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