Mirad las expresiones, yacientes del inframundo, aquellas miradas que consolidan mi mas hermosa creación.
Los pasos que he marcado, son dedicados para ti. Dudo en sentirme feliz y alegre por ti, las estrellas abren las puertas de la luna; una escalera penetra el suelo.
Esa actitud, tan brillante y reluciente como aquella vez. Tu bondadosa forma de decirme al oído que no puedo hacer mas por ti, retorcía mi brote marchito... La sensata emoción y el pasar de los años me atraían hacia ti.
Reunidos en un mismo centro, agarrados de la mano. La mía encima de tu hombro y la otra reposada en tu cintura, mientras que tu la sostenías débilmente.
Suenan las campanas, el acorde mas bajo está listo para dar su mas rotundo estallido, y lo hace.
Tus ojos cuidan de los míos, tratando de dejar salir de mi sufrimiento, pero mis condenas me obligan a quedarme a tu lado.
Tus labios marcan mis latidos, tu sonrisa me quita el aliento, estoy a punto de quedarme solitario, en la sonata del silencio mi nombre ha sido marcado; creí en poder aferrarme de ti, creí ser el elegido, por un momento me sentí especial.
Me soltaste y te alejaste con los ojos llenos de lagrimas, el resto se torno gris; la luna marcaba al hermoso lago ubicado en las afueras del campo; el lienzo se ha trazado y no puede ser borrado, desde lejos sentí tu dolor, el otro camino se abrió y yo caí sobre la acera del tupido banco.
Me senté y empecé a anotar todo en mis recuerdos, mis memorias se borraron, no quería hacerlo pero me sentí forzado; por un instante sentí tu presencia en frente mía, no tenia mas oportunidad, se acabo.
Perdí y me reí como el más descarado que pudiera haber, sentí que mis lentes se rompían cada vez que observaba tus ojos, tu figura pragmática me hacía sentir devastado, sentí el dolor más enorme al oír la despedida, aquella que quebranto mi última esperanza.
El tiempo no se detuvo, mi perspectiva cambio pero mi trato no: sentí que el poder no lo era todo, subir no era la opción ni tampoco una salvación, fue el ultimo recuerdo que conservo.
Agarraste tus cosas y te dirigiste a tu linaje, no volteaste como lo solías hacer, observe el cielo, la noche seguía alumbrando y la luna coqueteaba con el campo, haciendo que mis lagrimas se internaran en el suelo.
No soportaba mas ese dolor, mis oídos palpitaban y recordé cada letra de tu nombre, la simetría me llevo a hacer tal acto, mientras pronunciaba tus iniciales, mis manos buscaban con desesperación la llave hacia el otro mundo.
No tenía más que hacer, un chorro rojizo caía de mi cabeza, un tono que combinaba con el azul penetrante de la noche, mi consciencia se sentía mejor, nunca creí que el silencio sería tan expresivo, tenía el tiempo marcado, lo suficiente como para recordar lo que no pude hacer.
Sentí que mi cuerpo se alejaba de la tierra, pero no comprendo lo que pasó después, llegue a ver a alguien lejos de mí, similar a una persona que seguramente conocía, su rostro me llenaba de angustia, mis recuerdos se volvían más claros, su mirada perdida hacia que sintiera compasión por ella.
Agarre sus manos y me derrumbe, no lo podía creer.
Caímos en el mismo sitio, aquel que definiría la verdad que celaba mis sospechas.
Era ella como siempre lo fue, tan bella, dulce y serena.
Su composición era autentica, al igual que su nombre; no tenía la fuerza suficiente para pronunciarlo pero si el valor para intentarlo.
Nos quedamos pasmados al igual que nuestro nacimiento, como si nada hubiera pasado.
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Silencio
PoetryMirad el vals, esa bella forma que posee, una voz apagada que busca la atención necesaria para avivar la flama del encadenamiento y la pena que cae sobre la tristeza del mismo usuario.