❝Just a few days❞ 『ꕥ』vm.

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I love it when you call me señorita

I wish I could pretend I didn't need ya

Kim Taehyung es un hombre sin ataduras, lo único que acelera su corazón es escuchar el motor de su vieja moto; la única cadena que le preocupa es la que debe engrasar cada cierto tiempo, no gusta de relaciones largas, y su corazón está donde lo lleve el motor.

Chaquetas de cuero o jean, pantalones rasgados de tanto usarlos, y un ligero aroma a pinos siempre lo envuelven. Algunos dicen que es un nómada, pero al final, después de viajar sobre las ruedas, siempre volverá a su hogar. Pueden pasar meses, a veces sólo semanas, pero el misterioso Kim siempre vuelve a su vieja casa, con sus amigos de siempre, junto a su empolvado saxofón.

Él siempre bajará en la misma cafetería, se sentará en la misma mesa, y pedirá los mismos panqueques y un amargo café, la mesera cada vez le mirara extrañada, porque él llegará a las 3:20 de la tarde, pero comerá como si fuesen las 10:00.

Y entonces, cuando fuesen las 3:30, Kim verá llegar al chico bonito, verá cómo este apretara el delantal frente a sus pantalones; también seguirá las finas gotas de sudor caer por su frente, porque el chico llegará corriendo a su turno, y con apuro, servirá en otra mesa lejos de la de él.

Algunos creen que Kim Taehyung solo vuelve cada cierto tiempo para tocar su saxofón, todos creen que solo regresa para presumir todo lo que ha aprendido; pero nadie sabe que, solo baja al -casi- desolado club, para ver al chico bonito bailar con sus amigos. Nadie sabe que, después de recorrer las calles sobre las ruedas, Kim Taehyung regresará solo para ver al chico de lindas curvas sonreír a su compañía.

Ellos se acercarán con la música, rozaran sus pieles al bailar, un baile amistoso que guarda sentimientos más profundos, pero ninguno lo dirá. Bajo sus manos el chico bonito encaja perfectamente, sus finas pero firmes curvas se han amoldado, envidiablemente, en las grandes manos de Kim. No se pueden permitir sentir nada más, no pueden dejar que sus sentimientos fluyan como quieren, nadie los juzga, nadie más que ellos mismos.

Taehyung no es amante de las relaciones, su relación más duradera y estable es la que tiene con su motocicleta, ¿por qué algo debería de cambiar?

[...]

But every touch is oh, la, la, la

It's true, la, la, la

Oh, I should be runnin'

Oh, you keep me coming for ya

Jimin no entiende desde qué momento se empezó a sentir así, hace unos meses se había mudado a uno de los distritos de Daegu*, buscando alejarse de todo lo que le atormentaba en su ciudad natal, buscando una nueva vida. Pero el destino estaba jugando muy duro con él.

Era como un juego de niños, aquel misterioso chico, ese que, por días, estaba en la cafetería en la que trabajaba, mirándolo de vez en cuando, analizando todos sus movimientos. Aquel extraño que desaparecía por meses, y después, regresaba como si nunca se hubiese ido.

Ese chico al que no podía mirar de las formas que quería, muchas noches en su honor había tenido, placer desbordando de su piel cada que se encontraba en su cuarto a oscuras, recreando una y otra vez la mirada seria del misterioso Kim Taehyung.

Jimin amaba como le quedaba tan bien esas chaquetas de cuero, como las camisas se pegaban deliciosamente a sus brazos; jugaban al gato y al ratón. Pero Jimin, oh. Él siempre haría un poco de trampa para ser atrapado.