Prologo.

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-Las Guirnaldas nos han dejado de funcionar desde que Bruno le dijo a la gente como derrotarlas.- Dijo la señora su compañero.

Sus canas en el cabello mostraban que era de una edad un poco avanzada y sus ojeras noches de desvelo. Vestía un saco y una falda color azul marino.

-Ya lo se.-Le respondió su compañero tocandose la barbilla.-Tendremos que encontrar la forma de volverlos a controlar.

La mujer se quedo pensativa en ese cuarto con sólo un foco por iluminación. Todo silencioso y la puerta entreabierta. Hasta qué por fin respondió con una sonrisa maliciosa en la cara.

-Un chip.-Respondió.

-¿Un chip mi señora?

-Si. Un chip con el que podamos cambiar sus emociones y sus actos o incluso quizás...quitar los recuerdos que no queramos que tengan.

-Perfecto.-Le respondió el hombre.- Entonces le diré a Charles que empieza con ese proyecto.

-Ok.-Dijo la señora.- Hasta las ocho entonces.

Y mientras el señor salía por dos puertas que estaban a la pared contraria a la puerta que daba al corredor, la señora se sentó en la mesa, se puso sus gafas y comenzó a leer y a ordenar unos documentos.

Pero afuera de ese cuarto había algo que ella y todas las personas del edificio ignoraban.

Alguien había escuchado toda la conversación de la señora y el hombre.

Y ese alguien tenía nombre:

Jim Grant.

2074Donde viven las historias. Descúbrelo ahora