Epílogo

4.9K 434 674
                                    

Era una mañana de viernes al comienzo del primer semestre de primavera de su hijo en la universidad, cuando Jungkook se despertó acurrucado con el Kim Seokjin. Él gruñó, no queriendo despertarse todavía, cuando Jin se movió para escaparse de él. Hubo una risa leve, y luego una mano pasando por su cabello.

"¿Estarás listo para irnos a las 4 cuando regrese a casa?" Dijo Jin alegremente y Jungkook dejó escapar un quejido. Era demasiado temprano para estar consciente. A ciegas, extendió la mano para deslizar un brazo y una pierna alrededor de Jin, haciéndolo reír. "Tú, pequeña mierda. Despierta."

"No quiero." Jungkook hizo un puchero, aferrándose más fuerte.

"Tienes que hacerlo, iremos a ver a Jimin hoy." Un dulce y suave beso fue plantado en su boca. Era la promesa suavemente redactada, sobre el fin de semana que habían estado esperando. Jimin asistía a la misma universidad en la que se habían conocido tantos años atrás, cuando las líneas alrededor de los ojos de Jin no eran tan profundas y Jungkook había sido todo flacidez. Jin apretó el grosor del muslo de Jungkook, el que comenzaba a dolerle si no lo cuidaba.

El hecho de que Jimin viviera a un par de horas de distancia significaba que estaba 'libre de adultos cariñosos' y le dificultaba a sus padres ir a sorprenderlo con una visita inesperada. Pero también servía para hacer que cada vez que lo vieran fuera una especie de evento especial, algo para ser apreciado.

"¿Jimin quién?" Bromeó Jungkook, girándose para enterrar su cara más profundamente en la almohada. "No conozco a ningún Jimin."

"Estoy hablando de tu malcriado hijo." Dijo Jin, tirando de las mantas para quitárselas, luchando con el agarre obstinado de Jungkook. "Si te levantas, podemos desayunar juntos."

La mesa de la cocina era diferente a la que habían tenido cuando Jungkook se había mudado con su entonces novio. Era una mejor, al igual que el sofá (que se había vuelto mohoso aún con la reparación) y los armarios ya no estaban vacíos durante la larga espera entre los cheques de pago. El trabajo de Seokjin en una firma de abogados local con sede en la ciudad, ayudó a mejorar su estilo de vida de estresante a cómodo. Pero aún quedaban signos de la vida antigua. Fotos de Jimin montando su primera bicicleta con Jungkook sosteniéndolo en la parte de atrás, fotos de los tres en Navidad, Hoseok y Yoongi de pie en el piso vacío de su apartamento cuando se mudaron por primera vez, Jin al lado de Jimin en su graduación de la escuela secundaria, dándole una sonrisa satisfactoria a menudo pasada por alto. Del salero y el pimentero con forma de hongos de Mario solo quedaba el rojo con una marca, ya que el otro había sido destrozado años atrás.

Jungkook se desplomó en la mesa, con los ojos cansados y el cabello totalmente desordenado mientras Seokjin les preparaba café. La casa estaba más tranquila esos días. Desde que Jimin y sus amigos ruidosos se habían graduado, desde que Yoongi y Hoseok se habían ido a su escapada anual de pareja (este año a Cuba), y desde que Taehyung se había envuelto en su propia vida familiar, en la casa se había establecido un extraño silencio hogareño. La cafetera goteando y los huevos cocinándose en la sartén, pero ningún otro sonido impregnaba la atmósfera. Jungkook parpadeó somnoliento.

"Tengo dos casos nuevos comenzando hoy." Comentó Jin, con sus hombros anchos extendiéndose de forma hermosa mientras revolvía los huevos. "Así que no estoy seguro de cuánto tiempo tardaré. Aún así, deberíamos poder almorzar algo si vas a mi trabajo."

"Okay." Era un viaje considerable hasta la firma, pero Jin solía escabullirse y almorzar con Jungkook, en lugar de salir con sus compañeros de trabajo. Jungkook lo encontraba muy lindo. Sacó su teléfono, examinando los mensajes que habían llegado de la noche a la mañana. Se rió entre dientes "Taehyung dice que el suplente en el preescolar es una mierda y no puede esperar a que Hoseok regrese."

Llegaste por mí (te quedaste por nosotros) •Traducción•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora