corruption; soukoku

culpa

Han pasado dos meses.

Dazai permanece de pie frente a la gran ventana que sobresale en la sala de estar de su casa, observando cómo la lluvia choca violentamente contra ella y esta es sacudida por los fuertes vientos.

Esa mañana todo parecía normal. Hay días como ese que comienzan de manera óptima y cree que todo estará en perfecto orden, pero una palabra, una actitud destruye todo, en su caso fue la lluvia.

Dazai odia la lluvia, por ese motivo ese día no acudió a la agencia.

Poco a poco, todo volverá a la normalidad, lo sabe, pero mientras no regrese, ¿cómo continúa con el dolor que lo corrompe? ¿Cómo continua con una vida que no quiere y no acepta? Los días dejaron de ser días y se convirtieron en una prueba de supervivencia.

Al final, es lo que todos dicen: eso es una fase. Pero eso no quita que, Dazai se culpara infinitamente.

Recuerda esa noche en la que ambos discutieron como nunca antes y en la que Chuuya se fue. Las cosas se rompieron, los gritos llenaron la habitación, se lastimaron con palabras que nunca pensaron decir y lloraron, sí, ambos lo hicieron. Dazai no podía soportarlos más.

Inicialmente, Dazai había intentado contener sus emociones, quería hacerlo bien no solo para él, sino también para su compañero, pero Chuuya había llegado tarde a casa otra vez y estaba demasiado cansado como para haber sido solo trabajo y todo lo que llegaba a la cabeza de Dazai fue el nombre "Tachihara Michizou". Quizás su mayor error fue ver cosas donde no había ninguna.

Dazai pensó que conocía las intenciones de Tachihara con Chuuya, incluso un idiota podía darse cuenta y le molestaba que a pesar de eso, Chuuya insistiera en pasar su tiempo dentro de Port Mafia con él.

No pudo evitar sentirse celoso cuando Chuuya era lo único bueno en toda su repugnante y mal sana vida, pero aparentemente su bonito pelirrojo no lo veía de la misma manera y todos parecían ser, muchas veces, mejores que él.

"Al final, ¿te acostaste con el, verdad? ¿Qué tan fácil fuiste como para dejar que se metiera entre tus piernas?" Dazai se acercó unos pasos pero no lo toco. Solo había dejado escapar con una mirada llena de disgusto y decepción que indudablemente lastimaba al más bajo. "Hueles asquerosamente a el".

"¿Cómo puedes siquiera pensar en algo así?" Si hubo daño no lo hizo notar. Sintió unas inmensas ganas de llorar, pero solo se paró de manera firme mirándolo seriamente. "¿Cómo puedes desconfiar así cuando nunca te he dado razones?"

"¿Nunca me diste razones?" El castaño se burló de manera tan cínica y despectiva que el estómago de Chuuya dolió y antes de decir más, su teléfono vibró. "Olvídalo, vete a la mierda con quien quieras, ya tengo a alguien mejor que tú".

"Atsushi Nakajima" El leyó y claramente pronunció Chuuya cuando Dazai golpeó bruscamente el celular en su cara y lo vio girarse para irse. "¿Y entonces todavía tienes el descaro de decir que eres el que desconfía?" Chuuya había preguntado con una mirada lastimera que realmente no tenía intenciones de mostrar.

"Creo que nuestro teatro llegó aquí" dijo Dazai desde la puerta y se volvió para mirar la espalda del pelirrojo. "No me interesa tener una relación con alguien por quien no siento nada más que pena".

Dazai esperaba un insulto, pero no sucedió, todo lo que recibió fue silencio. Ese silencio era diferente. No fue un cómplice, no fue armonioso, no fue paz. Era distancia, hostilidad, incomodidad. Ese mismo silencio le gritó que había algo de que hablar, pero lo ignoró y se fue.