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Han pasado tantos siglos desde que mi padre; mi creador me confinó a esta tierra de dolor, sufrimiento y tristezas, mi hermano mayor me exilio, e expulso de ese lugar donde nacen los ángeles por mandato de nuestro creador, Dios, así lo llaman ahora, recuerdo cuando fuimos creados Gabriel, Miguel, Rafael y yo.

Los 4 ángeles fuimos creados por el para hacer las cosas que el no podía hacer, el siempre se mantenía postrado sobre su trono dándonos ordenes a mi y a mis hermanos, siempre mirando a los humanos riendo de todos sus tropiezos, todos teníamos una legión de seguidores que el mismo nos dio, un ejercito de ángeles para ayudarnos con nuestros labores encomendados aquel día cuando la humanidad fue creada, nosotros aprendimos a amarlos como nuestros hermanos, cuidando y protegiendo a cada uno de ellos así nos creo, solo para sentir amor.

Por mucho tiempo me sentaba admirándolos deseando que siempre vivieran como nosotros, por toda la eternidad, los he visto crecer desde el momento de su creación y no deseo que llegue el día en que el dijo que los acabaría para siempre convirtiéndolos en polvo nuevamente, Miguel y mis otros hermanos siguen las ordenes de el por el hecho para no desaparecer, hace algunos siglos, después de haberlos creado el me envió a la tierra para hacer tantos trabajos que el no quiso hacer, cuando llegue al cielo estaba agotado, mis alas estaban tan débiles para volar que quise tomar un leve descanso.

Lucifer, la historia detrás de la mentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora