Feliz cumpleaños Haru

                Faltaba una semana para el cumpleaños de Haru y Sousuke seguía sin saber qué regalo darle, sabía que al azabache no le gustaba celebrarlo y que últimamente estaba muy ocupado con las prácticas en la universidad que no tenía tiempo para nada, pero aún así quería hacerlo feliz ese día. Después de varios minutos decidió que iría al centro comercial a buscar algo que le gustara.

Durante toda la mañana hizo una lista de los posibles regalos y lo primero que llegó a su mente fue algo relacionado a la natación, tal vez podría comprarle un nuevo traje de baño, al final de cuentas sabía dónde los compraba y sus gustos respecto a la ropa.

En la tarde, luego de perderse varias veces, fue a la tienda de deportes en la que el azabache compraba todo su equipo de natación y al llegar se encontró con un gran problema... ¿Cuál era el traje perfecto para Haru? Yamazaki sabía que cada prenda lo hacía sentir diferente y eso era algo que no podía sentir.

-Tal vez podría comprarle un nuevo bolso...-dijo al darse cuenta de que no encontraría lo que quería ahí.

Caminó por toda la tienda hasta encontrar la zona en la que tenían los bolsos deportivos y, de nuevo, no supo cuál sería el correcto. En ese momento entendió que ninguna prenda ni accesorio eran el regalo perfecto para su pareja. Antes de continuar en su búsqueda tomó asiento en una banca que había en la tienda y se puso a pensar en las cosas que amaba Haru.

-¿Caballa...? No, es0 no es especial-pensó.-¿Algo con agua? Sí, pero ¿qué podría ser?-su vista comenzó a viajar por toda la tienda hasta que vio una piscina para niños.-¡Eso es!-fue hasta donde vio el objeto y se puso a reflexionar sobre su idea.

Haru vivía en un espacio mediano y la alberca probablemente ocupara mucho; además, él prefería usar la tina que había en el baño, la idea quedó descartada después de reflexionar bien. "¿Y si fuera algo diferente a la natación?" Pensó Sousuke, eso haría mucho más especial el regalo. Finalmente, se decidió por esa idea y salió de la tienda dispuesto a ir a otro lugar.

Antes de continuar se detuvo en seco; ya sabía que sería algo diferente a lo que se esperaría de Haru, pero ¿qué le daría? Haru era alguien complicado y tenía gustos poco comunes. Podría ser una mascota, sería un buen acompañante y cuidador de la casa cuando no estuviera ¿qué clase de mascota le gustaría? Y lo más importante ¿cuál era la correcta para un estudiante universitario? Decidió descartar la idea; se quedó varias horas pensando en el objeto que podría darle, pero se dio por vencido y regresó a casa a torturarse toda la noche.

El resto de la semana pasó rápido y cuando menos lo esperaba ya faltaba un día para el cumpleaños de Haru. Sousuke se maldijo mentalmente porque aún no tenía un regalo especial, tal vez iría a verlo mañana. En la noche, mientras terminaba de arreglarse para irse a dormir, recibió un mensaje de Nanase, lo cual lo sorprendió bastante. Encendió el aparato y leyó lo que acababa de recibir.

"¿Vendrás? Makoto necesita saber cuántas personas estarán en casa para comprar el pastel."

Al leerlo simplemente suspiró pesadamente, no podía creer que no estaría al lado de su pareja durante su cumpleaños; tomó el celular dispuesto a responder hasta que releyó el mensaje.

-Makoto...-susurró.-¡Eso es! Makoto es la solución a mis problemas-marcó el número del castaño y rogó porque respondiera rápidamente.

-¿Sousuke? ¿Qué ocurre?-preguntó preocupado.

-Hola, sé que es tarde, pero en serio necesito tu ayuda. Quería darle algo especial a Haru mañana, pero no encontré nada ¿qué crees que debería regalarle?-Tachibana guardó silencio durante algunos minutos mientras pensaba en una respuesta.

-Le bastará con que estés a su lado-dijo finalmente.-Además eso será más especial, hace mucho no se ven.

-Gracias por la ayuda-después de decir eso colgó la llamada y preparó sus cosas para mañana.

Al día siguiente Sousuke se despertó temprano debido a la emoción que sentía, hizo un poco de ejercicio y se arregló para salir de casa antes de la hora acordada. Su viaje hasta Tokio fue bastante rápido y no se perdió tanto como esperaba, pero al estar ahí comenzaron los problemas: dio varias vueltas en círculos; después de pedir indicaciones se perdió a la mitad del camino; cuando lo volvió a retomar se perdió a unas cuadras de su destino, pero al final de cuentas terminó por llegar a la casa de Haru. Tocó el timbre y la puerta fue abierta por Makoto que al parecer estaba limpiando la casa.

-Lo siento por la tardanza, pero me perdí-dijo con la respiración acelerada.

-No te preocupes, le diré a Haru que llegaste mientras tanto toma asiento-Yamazaki simplemente asintió e hizo lo que su compañero le pidió.

A los pocos minutos escuchó pisadas fuertes y volteó rápidamente encontrándose así con un Haru mojado de pies a cabeza, sonrió ampliamente al pensar que había salido corriendo de la tina sólo para verlo. Se levantó del asiento y abrió sus brazos esperando que el azabache corriera a abrazarlo, aunque era claro que no lo haría.

-Pensé que ya no vendrías.

-Es tu cumpleaños ¿por qué no lo haría?-preguntó con cierto tono de burla.

-Ya es tarde y te pierdes fácilmente-dio como respuesta.

-Además debía darte tu regalo-el de ojos azules estiró su mano.-¿Qué es lo que quieres?

-Mi regalo.

-Aquí está-Haru miró a todos lados sin encontrarlo.-Soy yo-Nanase comenzó a reír como nunca lo había escuchado, cuando su ataque pasó miró nuevamente a Sousuke.-¿Qué es lo que te causa tanta gracias?

-¿Por qué me darías un regalo tan feo?-esas palabras fueron demasiado hirientes para el castaño que lanzó una caja pequeña al suelo.-¿Qué es eso?-preguntó con curiosidad mientras recogía la caja.

-Nos vemos luego-dijo y después salió corriendo de la casa del azabache.

Haru la abrió y vio en el interior un llavero de delfín, lanzó al sillón las cosas y salió corriendo en busca de Sousuke el cual no estaba muy lejos de la entrada. Cuando estuvo cerca de él se lanzó para abrazarlo haciendo que el castaño se detuviera.

-Gracias por venir...-dijo en voz baja Haru.

-¿Cambiaste de opinión después de ver tu regalo?-preguntó molesto.

-Claro que no, desde el principio estaba feliz de que estuvieras aquí ¿no viste que salí de la tina por ti?-un silencio incómodo se formó entre ellos.-¿Quieres pastel? Le pedí a Makoto que conservara tu rebanada-dijo mientras soltaba a su compañero.

-Está bien, pero antes usa esto-se quitó su sudadera y se la entregó al azabache, se la colocó y después volvió a abrazar al castaño.-Feliz cumpleaños Haru-susurró mientras acariciaba su cabello con ternura.

-Gracias por todo... Por cierto ¿dónde compraste el llavero?-preguntó separándose de él un poco.

-Sólo recuerdo que fue en una tienda cercana a tu casa-respondió intentando hacer memoria.-Tal vez lo recuerde después, mientras tanto vayamos a casa por ese pastel-tomaron sus manos y comenzaron a caminar de regreso a la casa del azabache.