【Bad Day】

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Diciembre 25,2024

Tokyo,Japón

El sol alumbra su cuarto sin pena alguna, había olvidado cerrar las ventanas la noche anterior pero,¿qué importa? Hoy era un día especial. Con el entrecejo fruncido se levantó con pereza de la cama, hoy no tenía dolor. Llegó a su baño y se miro al espejo, su pálida mejilla ahora era adornada por una marca de la mano de su padre en rojo.

Suspiro y prosiguió a lavarse los dientes, bañarse y vestirse para la escuela. Era temprano pero mientras mas rápido saliera, mejor. Su madre había llegado borracha a eso de las 10 de la noche e intento llegar a él posiblemente para herirle aunque gracias a su padre no fue así.

Con una expresión triste dio una ojeada a la cocina esperando que el pelinegro estuviera ahí, aún sabiendo que no estaría decidió hacerlo. Caminó con sigilo hasta la entrada y salió, rumbo a la escuela con el pensamiento de que el día sería uno bueno y de que conocería a Shiota.

Al llegar a la escuela las cosas iban con normalidad, saludaba desde lejos a las personas y sonreía, esperó en su aula hasta que los demás llegasen para la clase y llegó la hora de el almuerzo con rapidez, cosa que no pasaba nunca.

Todo iba demasiado bien, él lo sabía..

Cuando estaba en la línea para comprar su almuerzo alguien se coló en esta, no le molesto tanto pero si que dio algo de disgusto, cuando iba a comprar su jugo de fresas salieron con que se habían acabado por lo que tuvo que comprar leche de fresa; que al salir e intentar tomárselo salió agrio por lo que la escupió y tiró al suelo. Todo salió peor porque resbaló con la leche y se ensucia el pantalón frente a todos. Con su rostro colorado corrió a los baños para limpiarse pero ¿adivinad que? ¡Se quedó encerrado!

El pequeño pelirrojo se sentó en la tapa del inodoro y escondió su rostro entre sus rodillas, dejando salir un suspiro de frustración y de tristeza.

-¿porqué todo está saliendo tan mal?- se preguntó a sí mismo, suspirando volvió a levantarse e intentar tumbar la puerta ya que la hora de entrada había pasado hace muchos minutos.

Lo logra pero, cae con ella y se golpea el rostro con los lavamanos haciendo que su nariz se rompiera y la sangre fluyera por su boca, cuello y acto seguido su camisa. Con dificultad se puso de pie y lavo su rastro de sangre para irse a su árbol con enojo y dolor.

Mientras camina tropieza con todos al no tener su rostro levantado. Cuando llega a su amado árbol nota que hay hormigas bravas por todo el lugar, evitando que pueda sentarse...

El resto de las horas decidió irse a la cancha a cortar clase pero por obvias razones un balón de voleibol terminó estampado en su cara, volviendo a hacer que su nariz sangrara, al cambiar de asiento terminó sentado cerca de los que tenían una bola de pelota que, por cosas del destinó quedó dando en su ojo derecho.

El timbre suena indicando las 3 de la tarde, hora de salir de la escuela. El pelirrojo se dirige a un parque para su encuentro con Shiota, aun teniendo un ojo morado, la nariz rota, una mano marcada en su cara, el trasero adolorido, muñeca doblada y la ropa manchada de leche y sangre.

Se acerco a un chico peliazul que tenía su uniforme y le llamó, esperando que fuera el.

-¿Shiota?- preguntó con la voz temblorosa mientras se acercaba hasta quedar a unos centímetros de el.

-¿hmm? Oh, Akabane- el peliazul se giró con una sonrisa en sus labios para quedar frente a frente con el más alto pero lo que predominó en su rostro fue el asombro y el susto-¿¡qué te sucedió!?-

-Yo..ehm tuve un.. muy mal día jeje-

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Duality + Nagikaru +Donde viven las historias. Descúbrelo ahora