Capítulo Uno

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-¿Con quién te fuiste ayer?, te estuve esperando para irnos juntas- me reclamaba Mali, la chiquilla de lindos ojos marrones, indignada, mientras entrábamos al aula para recibir la primera clase.

-Lo siento me fui con Haley, y a que no adivinas a quien conocí-chille emocionada, tomando asiento en el patético pupitre del instituto.

-No se, ¡dime ya!-me contestó emocionada.

-A uno de los primos de Haley, por Dios es hermoso, tiene unos hoyuelos angelicales- dije súper emocionada, recordando el momento.

-Mi primo me hace entrar en depresión- dijo Haley mirando a su primo, con carita triste.

-¿Porque?-pregunté curiosa.

-El si tiene hoyuelos y yo no.

-Wow, ¿En serio?, haber sonríe- dije emocionada y dirijiendomé hacia el chico, que se encontraba a un costado de su prima, el cual solo me miró y dio una pequeña y diminuta sonrisa sin despejar los labios, haciendo hací notar uno de sus hoyuelos.

-Que lindos son tus hoyuelos- dije desviando mi rostro de su mirada.

Soy de las personas que le gustan los hoyuelos, no se porque, pero me gustan, me gustaría haber nacido con al menos uno de ellos en mis mejillas, pero por desgracia no fue así.


-¿Y sabes cómo se llama?, ¿Hablaste con el?- preguntó Mali. -No, el tomo otro camino y no me dio tiempo de preguntarle su nombre- contesté un poco triste.

-Debes preguntarle a Haley cómo se llama, ella te dirá y así hablas con el- me consejo Mali.

-Si eso haré.

-Te acompaño si quieres- propuso a lo cual yo asentí.

-Buenos días chicos, saquen su libro y abranló en la página correspondiente- saludo y dijo la profesora Dawkins tomando asiento en su escritorio.

-Nos vemos al terminar las clases, para hablar con Haley- le dije a Mali antes de que se fuera hacia su lugar.

-Ok- respondió.

El transcurso de las clases fue lento y aburrido. Odio tanto el instituto, me da pereza hacer todas las tarea que dejan los maestros y levantarme temprano todos lo días, que aún no sé cómo rayos es que soy la más aplicada del salón, que siempre entrega todos los proyectos y trabajos en tiempo y forma. Pero como siempre me repite mi madre.

"Si repruevas o bajas tu empeño en el instituto, el daño no me lo haces a mi, ni a tus maestros, ni tus amigos, la perjudicada serás tú y tu futuro."

Creo que esa es una de las razones por la que me aplicó en la escuela, para en un futuro poder cumplir todos mis sueños.

-Hey Billie, ¿lista para ir por el amor de tu vida?- dijo Mali sentándose en una banca de la cafetería, alado mío.

-Que exagerada eres, aún ni es mi amigo.

-Bueno, vamos un buscá de Haley para preguntarle- dijo ella volcando los ojos y dando una pequeña risilla.

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