Las mañanas en el mundo sombrío

Primera Mañana

Eran las 6 am y no habia ruido alguno, notaba como los rayos del sol, provenientes de la ventana de encima de mi cama, bañaban mi rostro. Me sentia cansado y con ninguna gana de levantarme, o puede que si, después de todo es mi cumpleaños. Al sentarme en mi cama, me quede en blanco un buen rato mirando mis zapatillas viejas, y al rato cuando me sonó el estomago reaccioné y fui a hacerme mi desayuno. Al apoyarme, el suelo hizo aquel sonido que me molesta tanto, pero del cual tengo que aguantarme. Abrí la puerta y no me encontré a nadie, supongo que era muy temprano, aunque normalmente mi casa esta llena de conocidos. Al llegar a la cocina, prepare mi cacao bien caliente y sali afuera a tomarmelo, como era temprano, no me preocupé en cambiarme el pijama. Se veía todas las demas casas, podia reconocer las de mis amigos, y en la esquina aquella tienda de comida rapida, mi antigüa casa. Es ahí donde me dejó mi madre cuando tenia 4 años. Gracias a dios el dueño de la tienda me adoptó pero ahora mismo vivia solo, y se me pasa por la cabeza la pregunta de que que hubiera pasado si no me hubiera adoptado o de que si mi madre me hubiera dejado en otro sitio. Bueno, no era momentos de preguntas existenciales, si no de cambiarme e ir al campo de entrenemiento. Fui a mi cuarto y al ponerme mi camiseta me dí cuenta que hacia algo de frío, así que fuí a por mi tapabocas que me dejo mi madre, aunque tambien me lo ponia porque me parecia cool, era de color negro con detalles verdes. Aunque cuando la ví, me percate del corte que tenia, supongo que ya es mucho tiempo. Aunque no era muy bueno cosiendo, pude hacer un pequeño arreglo, pero malo obviamente. Cuando terminé el arreglo, me lo puse. Seguia siendo igual de comodo que desde el principio. Me terminé de vestir, y con todo preparado, salí al campo de entrenamiento a realizar los combates para subir de rango en este población.