Amor de Robot - YoonJin

Único Capítulo

Seokjin siempre amo la robótica; desde niño se ha consagrado a crear diversos prototipos de pequeños robots que pudieran ayudar y ser una compañía amable y confiable para los humanos. Se dedicó día y noche a sus estudios, experimentos, y pruebas hasta llegar a su adultez, creando robots trás robots con cientos de fallas que siempre terminaban por descomponerse. Sin embargo, y a pesar de sus intentos erróneos, nunca se desanimó, todo lo contrario, esos fallos eran un incentivo que lo obligaban a continuar con sus estudios y experimentos; hasta el punto en que logró crearlo, el HK 9.393 o mejor conocido como Yoongi, el primer robot humanizado y realista, el único que cuenta con la capacidad de aprender y entender emociones y sentimiento humanos; el logro y orgullo más grande de Seokjin.

Yoongi era un androide, el primero en su tipo. Fue concebido en un trayecto de tres arduos y pesados años; Kim Seokjin, dejó horas y horas de su vida para crearlo, y su trabajo fue gratamente recompensado cuando al encender a su experimento, sus ojos se abrieron mostrándose con un peculiar brillo. Su robot paseó su vista por el lugar y analizó a su creador, entendiendo que no era una amenaza, y con un tranquilo tono de voz, se presentó:

"Androide 1 - HK 9.393; a sus servicios" el robot fue abrazado en ese instante por el extraño espécimen que su sistema denominó como un humano macho, de 1,79 cm de altura, cabello rosado y corto, ojos grandes y cafés, cuerpo esbelto, cintura pequeña, hombros anchos, labios abultados, y nariz perfectamente triangular. Yoongi analizó sus rasgos mientras lo veía limpiandose sus lágrimas con alegría; su creador tenía rasgos considerados perfectos, algo que pocos humanos poseían, era algo que le provocaba un sentimiento de curiosidad, quería saber por qué específicamente ese espécimen de humano tenía rasgos así.

—¿Por qué me fueron otorgados sentimientos?— fue la primera pregunta que Jin escuchó de su orgullo.

—Porque asi lo quise Yoongi, el que tengas sentimientos y emociones, como la curiosidad; te ayuda a entender a los humanos; es la unica forma en la que puedes estar en nuestro lugar.

Asintió, su sistema procesaba muchísima información en pocos segundos, y por alguna razón, lo que su creador le decía, eran de sus principales recuerdos, sus palabras eran almacenadas cuidadosamente en su memoria, junto a cada acción que él realizaba; sonrisas, risas, llanto, pucheros, movimientos de boca, ojos, nariz, mejillas, pómulos. Su creador era su principal objeto investigación.

Seokjin vivía en un laboratorio, donde trabajaba con un gran equipo de científicos entre ellos físicos, ingenieros, matemáticos, y más; personas que seguían fielmente su trabajo y que admiraban a su mejor robot; curioseando y experimentando con él cuando Jin se iba del laboratorio a almorzar o a su cuarto del lugar a descansar.

—Yoongi, ¿Taehyung esta mintiendo?— El matemático Park Jimin siempre le pedía cosas estúpidas, algunas veces sentía que quería callarlo de un golpe, pero tenía prohibido lástimar a un ser vivo, a menos que lastimara a su creador.

Sus ojos pasearon por los nervisos rasgos del botánico, Kim Taehyung y los analizó rápidamente —El Humano denominado como Kim Taehyung, esta mintiendo, sus signos cardíacos estan acelerados, sus rasgos tensos, y aún mantiene partículas de alimentos sobre sus facciones.

—Sabía que te habías comido mi almuerzo, me lo preparó Seokjin Hyung, eres un maldito infeliz— Yoongi se sintió molesto, o eso era lo que su sistema le decía; ese sentimiento se calificaba como ira, la misma que su creador mostraba cuando sus experimentos no salían como quería, o cuando Jeon Jungkook lo superaba en alguna investigación.

—Kim Taehyung, tengo información nueva. Creé la suposición de que el actual sentimiento, que calificó como ira, y que esta recorriendo mi sistema, es provocado por la reciente información del humano de baja estatura, Park Jimin. ¿Por qué me siento asi? ¿Tengo algún error?— Yoongi analizó el rostro de los dos científicos y notó el sentimiento de sopresa en ellos, tal vez si estaba roto.