Tres

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Nota de autor: Contexto AU, escrito para la Hange AU Week 2019, en tumblr. Chequea el blog: hangelab.tumblr.com. Hay referencia explícita al trastorno bipolar, así que sí es un trigger es preferible que lo saltes. 

Les gustaría poder decir que su época escolar fue buena. De verdad que sí. Cuando sus amigos y colegas comentaban esas historias de locuras y amor ella los oía como un cuento lejano e incomprensible.

-¿Y tú, Hanji? ¿Qué locura hiciste tú con tus compañeros?-Nanaba la miró con ojos interrogantes. Se había mantenido inusualmente callada toda la conversación.

-No muchas, a decir verdad-respondió encogiéndose de hombros. Contempló el día que estaba fuera de la ventana, el calor del verano que no penetraba a su oficina. Fingía que estaba más atenta a su trabajo que a la conversación, pero Nanaba podía ser persistente.

-¡No te creo nada! ¡Alguien como tú! De seguro, hiciste tantas cosas extrañas que se te volvieron cosa normal-rió Nanaba, pero cortó su risa de golpe cuando notó la expresión de Hanji. Una expresión oculta y vedada, que se había marchado lejos de la conversación.

"-Solo dime que sí, Levi. ¡Dime que nos iremos de una buena vez! Yo no puedo seguir así, todos los días, todo el tiempo.

-Sí que puedes, ¡tienes que poder! ¿Qué quieres? ¿Terminar como yo?

-¿Y qué tan malo sería? Tú eres libre, puedes hacer lo que quieras

-¿Ir y venir cuando quiera, porque a nadie le importa? Eso no es ser libre"

Nanaba le tocó un hombro. -¿Qué pasa?

Hanji sacudió la cabeza. –Nada, no pasa nada. Solo que... realmente no tengo nada interesante que contar de ese tiempo. Solo aburridas cosas de adolescente.

Nanaba se levantó de su asiento, súbitamente incómoda con la conversación. –Está bien si no me quieres contar, ¿sabes?

Salió de la oficina, con la excusa de que se haría un café. Y Hanji se quedó ahí, quieta. Ignorando el informe en la pantalla frente a ella, recordando cosas que ya había intentado olvidar, cosas que pertenecían a un secreto insondable.

"La psiquiatra dejó los papeles sobre la mesa y la examinó con atención, con una mirada que intentaba leerle la mente, pero jamás lo lograría.

-Entiende lo que digo, ¿verdad?-insistió la mujer, mirando a su madre a los ojos, como si ella no estuviera ahí

-Me dice que mi hija tiene trastorno bipolar. ¡Una niña de 16 años! Estuve leyendo, ¿eh? No se crea que no. Estuve leyendo que eso no se le diagnostica con facilidad a una adolescente, normalmente es en adultos que...

-Cierto, no se diagnostica con facilidad, pero Hanji lleva un año viniendo a esta consulta. El diagnóstico es inminente y muy claro.

-No, no-dijo su madre, sujetándose una sien-Es una enfermedad mental y mi hija no es una enferma mental. ¿Usted me está diciendo que es una enferma mental? Similar a esa gente que deambula por las calles, gritando cosas sin sentido

La psiquiatra se movió en su asiento, con una evidente incomodidad. –Hanji, es mejor que esperes afuera-dijo la especialista, su actitud fue tierna. Hanji vaciló, pero se incorporó. Cuando estuvo a punto de cerrar la escuchó decir las palabras malditas.

-¡Ella no está loca, doctora!

Hanji salió a la sala de espera, se puso los audífonos e intentó concentrarse en otra cosa. ¿Y qué si era bipolar? Daba igual, seguiría siendo igual de miserable que siempre, solo que ahora tendría un nombre. Sí, intentó racionalizarlo, pero no lo logró. Se halló cubriéndose los ojos con una mano y las lágrimas le ensuciaron la manga de su camisa del colegio. Ahogó el dolor como pudo.

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⏰ Última actualización: Apr 19, 2020 ⏰

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