Introducción.

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Hubo una vez, hace muchos muchos años (unos 30, ¡Cómo mínimo!) un par de chicas en un pueblecillo español que brillaban incluso sin querer, y como adoraban brillar lo hacían tan fuerte como podían, ¿Qué quiénes eran? Pues obviamente Jacqueline y Juliette, las diseñadoras de moda más famosas del panorama actual internacional. No tenían nada de especial si las mirabas directamente hasta que te fijabas que entre un millón de personas ibas directamente fijándote en aquellas dos jóvenes. Ellas lo eran todo. Eran gusto. Eran elegancia. Eran popularidad y sofisticación. Eran humildad. Bueno, en realidad esta última no era su mayor virtud.

Eran dos chicas de apenas 17 años con una belleza destacable y un gusto excepcional. Jacqueline era alta y rubia, sofisticada y educada, pero un torbellino incesante de emociones. Juliette, en cambio, era más bajita y morena, sexy y extrovertida, era todo lo que ves.

Lo curioso en ellas era que ninguna de ellas era lo que aparentaba; Line (Jacqueline) se había pasado los últimos tres años de fiesta en fiesta, no importaba si era un viernes o un martes. Mientras que Julie tan sólo había tenido un pequeño tropiezo en los estudios.

La vida de estas dos gurús de la moda se cruzó al repetir un curso en el instituto y verse en la misma clase, sentadas una al lado de la otra. Ninguna de ellas se habría imaginado ni por un solo instante lo que se les venía encima.

Aquel año empezaron a hablar, a conocerse, a salir juntas, a compartir secretos jugosos, a hacerlo todo juntas. Descubrieron sus pasiones y decidieron exprimirlas (juntas, por supuesto) y esto las llevó a dibujar una serie de bocetos que cambiarían sus vidas.

Unos días después vieron que Vogue organizaba una fiesta privada y por todo es sabido que las mejores fiestas son aquellas en las que no estás invitada, ¿no?

Pues sin pensarlo mucho para no arrepentirse, ambas hicieron realidad dos de sus bocetos y en una 'ida de olla' cogieron un tren sin permiso de sus padres y se dirigieron a la ciudad.

Una hora y una riña con un taxista después se encontraban enfrente del edificio de la fiesta, el cual estaba rodeado de fotógrafos hasta el final de la calle. Había un segurata en la puerta, así que entraron por una pequeña ventanita en el baño de hombres.

Una vez dentro decidieron que iban a darlo todo y de buena gana se dirigieron a la multitud, se hicieron las interesantes tanto como pudieron, dejaron con intriga a todos los que las conocieron y cuando iban ya a salir de la que había sido la mejor noche de su vida oyeron una voz de un redactor de moda acompañado por un segurata, el cual les decía que le acompañaran a otra sala. Ambas se asustaron, pues creían que las habían pillado, pero su sorpresa fue la pregunta dirigida por el redactor: -¿De dónde han salido esos vestidos? No pueden ser de esta temporada, por lo que quiero que me digáis como habéis conseguido vestidos que aún no están a la venta.- Las muchachas explicaron la procedencia de los vestidos y cómo estaban ellas en la fiesta, y cuando se quisieron dar cuenta Eduard (el redactor) estaba hablando con sus padres sobre una educación de élite pagada, como única condición es que compartirían todos sus diseños con un él hasta que terminaran sus estudios.

Y así nació Jacqueline et Juliette, la casa de alta costura que actualmente reina en el mundo de la moda. Pero no vamos a hablar de ellas, están pasadas de moda (aunque sus diseños no lo estén), vamos a hablar sobre Chloé y Katherine, las adoradas hijas de la alta costura actual.

¡Prepárense, damas y caballeros! ¡Llegan las diosas de París!

Diosas, poder y dinero.Where stories live. Discover now