Hace mucho tiempo, el Rey Yuta y su esposo, el Rey Taeyong, celebraron el nacimiento de su hermoso hijo, el Príncipe Donghyuck.
Su amigo el Rey Johnny también estaba feliz, porque Donghyuck se casaría con su hijo algún día.
Las tres hadas buenas, Irene, Joy y Seulgi, estaban festejando con ellos el nacimiento Real y cada una le había traído un regalo especial.
- Yo te doy el don de la gracia y la belleza.- dijo Irene.
- Mi regalo es el don del canto.- agregó Joy.
Pero antes de que la tercera hada pudiera decir cuál era su regalo, un estruendo conmovió el castillo.
Entre rayos y truenos, la malvada Maléfica Yeri apareció y dijo, rechinando los dientes:
- ¡El príncipe crecerá en gracia y belleza, pero al cumplir dieciséis años, se pinchará el dedo con el huso de una rueca y morirá!-
Después, la malvada hada desapareció. Todos se quedaron sin aliento y se volvieron a Seulgi para que deshiciera la maldición.
- Todo lo que puedo hacer es evitar que el príncipe muera.- dijo Seulgi- Dormirá hasta que sea despertado por un beso de amor verdadero.-
Deseando que el Príncipe escapara de la maldición de la Maléfica Yeri, las tres hadas se lo llevaron a vivir con ellas al bosque. Allá, Donghyuck sería reconocido como Haechan.
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Los años pasaron hasta que llegó el día en que Haechan cumpliría dieciséis años. Mientras las hadas le preparaban una sorpresa de cumpleaños, Haechan caminaba por el bosque.
A él le gustaba cantar y charlar con los animales, y hasta les contaba sus deseos. Y lo que Haechan más deseaba era enamorarse.
Mientras Haechan les cantaba a los animales, su voz atrajo la atención de un joven que pasaba por ahí. Fue amor a primera vista... ¡Como él siempre lo había deseado! Los dos bailaron a la orilla del estanque dando vueltas y vueltas. Haechan nunca había sido más feliz.
Haechan corrió a casa para contarles la noticia a las hadas. ¡Su verdadero amor iría a buscarlo esa noche a la cabaña!
Entonces, las hadas le dieron gentilmente a Haechan la noticia de que él en realidad era el Príncipe Donghyuck y estaba comprometido con el Príncipe Mark.
- Vamos a llevarte al castillo esta noche.- le explicó Irene.
Donghyuck estaba desolado.
Mientras tanto, Maléfica Yeri había estado buscando al Príncipe durante dieciséis años, pero no había logrado descubrir su escondite hasta ese mismo día.
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Después de llegar al castillo, el Príncipe Donghyuck tenía que ocultarse hasta el momento en que su regreso fuera anunciado.
De pronto, una luz misteriosa brilló en su recámara y, bajo su hechizo, ¡El Príncipe fue conducido hasta la trampa de la malvada Maléfica Yeri!
Donghyuck abrió una puerta en la torre y vio una rueca. Nunca antes había visto una. Después de que Yeri lanzara su hechizo sobre el Príncipe, el Rey Yuta prohibió todas las ruecas, porque no quería correr el riesgo de que Donghyuck se pinchara un dedo.
Mientras Donghyuck se acercaba lentamente a la rueca, la malévola voz de Yeri susurraba:
- Toca el huso. No tengas miedo.-
El Príncipe acercó lentamente su dedo y se pinchó con el huso.
Cuando las tres hadas por fin encontraron a su amado Príncipe Donghyuck, estaba desvanecido en el suelo.
- Tenemos que hacer algo.- dijo Irene- el Rey Yuta y el Rey Taeyong estarán desconsolados.-
- ¡Nunca lo sabrán!- gritó Seulgi- Los haremos dormir. Pondremos a dormir a todo el castillo hasta que el Príncipe despierte.-
Las tres hadas revolotearon por todo el castillo y esparcieron polvo del sueño sobre todas las personas. Hasta los guardias se estiraron, bostezaron y de inmediato cayeron en un profundo sueño.
Justo antes de el Rey Johnny se quedara dormido, le dijo al Rey Yuta que su hijo se había enamorado de un joven que había conocido en el bosque.
Irene supo en ese momento que el Príncipe Mark era el extraño del que Donghyuck se había enamorado. ¡Él podía romper el hechizo! Pero tal vez era demasiado tarde. Yeri había capturado al Príncipe Mark. Ahora las hadas tenían que rescatarlo... ¡Y rápido!
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Yeri se había llevado al Príncipe Mark a la Montaña Prohibida y lo había encerrado en un calabozo.
- Tu campesino es realmente un Príncipe.- le dijo Yeri- ¡Ahora dormirá cien años antes de despertar! Y no hay nada que puedas hacer al respecto.-
Pero en ese momento no todo estaba perdido. Las hadas buenas llegaron para ayudar al Príncipe a escapar.
- Toma el escudo de la Virtud.- dijo Irene.
- ¡Y la espada de la Verdad!- dijo Joy.
- ¡Eres nuestra única esperanza!- exclamó Seulgi.
¡El Príncipe Mark luchó valientemente contra Yeri y la derrotó!
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En el castillo, el Príncipe encontró a Donghyuck dormido, se arrodilló a su lado y lo besó. El Príncipe Donghyuck abrió sus ojos y vio con gratitud a su amor verdadero. ¡Era el Príncipe Mark!
Con sonoros bostezos y grandes estiramientos, despertaron todos en el castillo. Por fin se había terminado la maldición. El Rey Yuta y el Rey Taeyong, y las hadas se sentían llenos de alegría.
Después de ese día, el Príncipe Donghyuck y el Príncipe Mark vivieron felices para siempre.
Fin...
Si les gustaría que siguiera con las demás historias (que son 3 más) déjenme saberlo. Las tres más son:
- Blanca Nieves-
-Ariel (la sirenita)-
- La Bella y la Bestia-
-"RICK"-
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𝔹𝕖𝕝𝕝𝕒 𝔻𝕦𝕣𝕞𝕚𝕖𝕟𝕥𝕖 - 𝓜𝓪𝓻𝓴𝓗𝔂𝓾𝓬𝓴 ➀
Fiksi Penggemar"Todos los que amaban al Príncipe Donghyuck deseaban que estuviera protegido. Esperaban que si se lo llevaban a vivir al bosque, él estaría a salvo." "Y en el bosque, Haechan también deseaba algo. Más que cualquier cosa, esperaba encontrar su amor...
