Capítulo 4

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-Yoongi-

Jimin jadeó contra la dura superficie de madera, su cuerpo estaba caliente y se estremecía con cada toque que Yoongi le proporcionaba. Sus piernas temblaron a la par que su entrada era estirada sin piedad por los largos dedos del alfa. De no ser porque su pecho se encontraba sostenido por el escritorio, él probablemente estaría en el suelo.

-Te sientes tan húmedo aquí abajo-

Yoongi estaba entretenido jugando con la próstata del menor, tocaba y disfrutaba de las paredes musculares que apresaban sus dedos como si quisieran desaparecerlos. Miró hipnotizado la entrada rosácea que se contraía y expulsaba lubricante cada que sus dedos se introducían y tocaban sin piedad el punto dulce de placer del omega. Su tigre se sintió extasiado, inflando su pecho de satisfacción al sentir el deseo de su pareja quemarle la piel.

Impaciente por tomarlo, se levantó de su asiento y retiró sus dedos deleitándose con el gemido insatisfecho que Jimin soltó al sentirse repentinamente vacío.  Untó los restos de lubricante por toda su extensión y alineó en la entrada su pene erecto que palpitaba ansioso entre su palma. 

Rozó la punta alrededor del esfínter anal, Yoongi relamió sus labios cuando su vista se posó directamente al líquido que emanaba la entrada del omega, el cuál nacía entre los suaves muslos y se deslizaba hasta perderse al final de las níveas piernas.  Apresó ambos glúteos entre sus manos y jadeó cuando en la desesperación de Jimin, este levantó el trasero logrando introducir su glande en la apretada entrada.

-Vamos cariño, muéstrame cuánto lo deseas- Lo incitó extasiado por su acción.

Él omega se sostuvo con sus codos y cuando pudo controlar el temblor de sus brazos, tomó impulso hacia atrás penetrándose a sí mismo. Gimió a lo alto y sus uñas rasgaron la superficie de la mesa al sentir como el miembro de Yoongi se abría paso entre sus músculos y tocaba sus puntos más sensibles. Enseguida su cabeza dio vueltas sin control por la desesperación de su animal que arañaba su piel y se alteraba por la promesa de unirse con su pareja.

-Mgh- 

Jimin gimió cuando Yoongi empezó el vaivén de su pelvis. Podía sentir en cada fibra de su cuerpo como su alfa le respondía cada vez que necesitaba más. Se sintió indefenso ante sus instintos, la necesidad de ser anudado creció hasta que sus sentidos salieron a flor de piel para exigir a gritos ser complacidos. Jadeó con fuerza, cada caricia y cada emoción se habían multiplicado hasta convertirse en una sensación placentera que lo dejaba rozando en la locura. Inconscientemente llevó su puño a sus labios, mordiendo sus nudillos en un intento de apaciguar aquella satisfacción que nacía cada que su próstata era alcanzada. De pronto sintió como su estomago y sus piernas comenzaron a acumular tensión y a contraerse, no iba a durar mucho.

-Vamos cariño déjame oírte-

Yoongi tomó su mano y la apartó de su boca apresándola en la mesa sin perder el ritmo de las estocadas. Sostuvo con fuerza la cadera del menor y se impulsó con más fuerza, logrando así, golpes más certeros. En consecuencia, los gemidos de Jimin fueron cada vez más fuertes y agudos. Además, cada que Yoongi tiraba de su cola su voz se alzaba hasta convertirse en un grito de éxtasis puro, aquella parte de su cuerpo era demasiado sensitiva, el alfa lo sabía y utilizaba ese factor a su favor cada que le convenía.

-Alfa-

Lloró cuando el roce y la presión lo llevaron a un placer inexplicable. Estaba a punto de terminar, lo sentía. Sus músculos estaban empezado a tener contracciones involuntarias y la presión en su cuerpo comenzó quemarle por dentro hasta hacerle lloriquear por la satisfacción. De pronto sus paredes se volvieron más receptivas, volviendo su canal en un completo punto erógeno.

- ¡Ah! -

Su cuerpo dio un fuerte espasmo trayendo consigo un abrasador orgasmo que lo dejó gimoteando sobre la mesa cuando el nudo de su pareja lo estiró para alojarse dentro de él. Sintió el peso de Yoongi ceder y reposar sobre su espalda. Yoongi le acarició con ternura la nuca con la nariz, mimándolo mientras esperaba que los temblores en su cuerpo se calmaran.

Con cuidado lo tomó de la cintura y tratando de no moverlo mucho, lo sostuvo hasta que pudo sentarse con él en su asiento. Yoongi se preocupó al sentir un pequeño tirón en el nudo cuando trató de acomodarse mejor.

- ¿Te lastimé? – 

Preguntó buscando algún indicio de incomodidad en el rostro de su pareja, pero Jimin sólo negó y dejó que su alfa lidiara con el peso de su cuerpo inerte. Yoongi suspiró tranquilo y sintió a su tigre descansar satisfecho, feliz de que ambos estuvieran unidos e impregnados del aroma de cada uno.

"Señor Min, Kim Namjoon ha llegado para la junta"

Ambos se frustraron cuando el sonido de la voz de Soohyun los interrumpió de su burbuja de paz.

-En 10 minutos lo veo en la sala de conferencias- Respondió irritado a través de la contestadora.

-No te vayas- Jimin lo miró suplicante mientras se incorporaba una vez que el nudo se había deshinchado.

-Lo siento Minnie, te prometo que cuando llegue a la casa te doy todos los mimos que quieras, pero tengo que terminar con este trato importante-

-Está bien-

Jimin se fundió en un último abrazo con su alfa antes de ayudarle a acomodar su ropa. Él lo entendía, no podían vivir a base de cariño y palabras dulces, y aunque el minino deseaba estar junto a su alfa todo el día, se sentía alegre al ver que Yoongi había logrado el éxito que tanto había deseado cuando lo conoció.

 Él lo entendía, no podían vivir a base de cariño y palabras dulces, y aunque el minino deseaba estar junto a su alfa todo el día, se sentía alegre al ver que Yoongi había logrado el éxito que tanto había deseado cuando lo conoció

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Dulce ronroneo (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora