Resulta que yo estaba ahí, tirada en el patio, viendo el cielo y de un momento a otro encontré un Galaxia, era hermosa, el color era igual al oro, me puse las pantuflas, agarré a mi ornitorrinco, escupí mi chicle y fui a buscar una hoja y mis acrílicos favoritos para pintar esa belleza que estaba viendo con mis preciados ojos, ya tenía todos los elementos para pintar, pero me faltaba algo... me faltaba algo para comer y concentrarme más, volví a adentro a buscar mis papas y salí con mucha inspiración a pintar, me acuerdo que en mis acrílicos yo les había puesto una calcomanía así no se me perdían, terminé de dibujar y veía que le faltaba un toque de originalidad a la pintura, entonces le dibujé unos ángeles en las esquinas de abajo, hica un par de puntos simulando las estrellas y ya con toda la estructura armada, empecé a pintar, me sentía un imán, toda la creatividad venía a mi, la evolución ee mi pintura fue buena, pero a la vez una pelotudez, me sentía una bestia pintando. A todo esto, tuve que procrastinar una cena con mi mamá.
En una de esas, yo tenía una raqueta para matar a los mosquitos, y un mosquito se quedó ahí atascado, entonces me acordé de la palabra "desmembramiento" y separé al mosquito de la raqueta para poder examinarlo y poder usarlo para algo en mi pintura. Ya terminada la pintura, agarre todos mis materiales, mi ornitorrinco ya estaba adentro de casa y mientras miraba la hermosa obra de arte que había hecho, intentaba armar mi cubo rubik en el menor tiempo posible.
FIN
