El señor Archie era un señor muy ambicioso y terco,y apesar de que era joven, tenía mucho dinero,vestía ropas elegantes y lo que más le gustaba y le apasionaba era comprar cada objeto extraño que se encontrará , el decía
Qué entre más exótico , viejo y extraño, mejor. Era un día muy especial , era sábado su día favorito ya que le gustaba ir de compras y paseo al centro de la ciudad . Se levantó temprano, se dio una larga ducha y se vistió con la mejor ropa impecable que él tenía , peino su cabello y se puso un poco de su mejor perfume directo de Francia . Salió y encendio su coche , manejando hasta el centro de la ciudad. Se tardó un poco ya que era muy lejos el centro, llegando se puso en marcha para llegar a las tiendas que tanto le gustaban. Caminando el muy normal , quedó muy impresionado . Sus ojos saboreaban la imagen que jamás había impactado tanto en su vida.
En una vitrina posaba una máscara con las cualidades que el buscaba en todo objeto que buscará su aprobación. La máscara era de piedra tallada y por lo visto era muy antigua (pero con muy buena calidad) ya que tenía plumas de aves que ya estaban extintas en la actualidad , sus ojos eran dos zafiros preciosos , que parecían dos grandes lunas brillando , tenía adornos alrededor de distintas piedras preciosas y diamantes. Rápido el señor Archie con mucho entusiasmo se adentro en el local. La persona que estaba en la caja no parecía muy mayor de edad ,por que parecía un pollo enfrente de una gran piedra.
-Muchachito ¿Cuánto cuesta la máscara que está en la vitrina?-dijo el señor Archie señalado la máscara.
-Lo siento , no lo se esté local es de mi padre y ahorita está en su descanso , pero le aseguro que no se la venderá , ya que es una reliquias familiar y es lo que atrae a la clientela a comprar café aquí , está es la cafetería más famosa, gracias e ella-respondio el niño de unos 14 años .
-¡Bien! Pues aqui lo espero-dijo el señor Archie
Sentándose en una silla del local..
