El Juicio

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<<ESTE CAPÍTULO SE LO DEDICO A MI ESPOSA E HIJO>>

"Se acerca el día, El Diablo se frota las manos, Dios sólo espera. Una entidad de blanquecino aspecto, comienza a organizar mesa para la partida, todo esto por una sola alma".

Pasos detras de una puerta cerrada se escuchan acercarse. El mecanismo de la cerradura se desliza, mientras Dorian, del otro lado tomaba una siesta, pies entrecruzados sobre la mesa luciendo hermosas botas de cuero empolvadas, el sombrero cubría la mitad superior del rostro y sus manos tras su cabeza.

Un hombre de estatura promedio entra; de tez blanca, su cabello, barba y bigote pintaba ya algunas canas.

—Muchacho, te estas jugando el cuello— dice mientras hace retroceder la silla para sentarse en la mesa, frenta a Dorian.

—El gobernador personalmente a emitido una orden de captura para llevar a juicio a tus hombres. La ley no esta obligada a proteger la vida de los esclavos, lo sabes, y aún asi se les reservó el juicio—. Una pausa se hizo presente mientras el hombre mira al joven mestizo, quien no ha movido un musculo, entonces continuó hablando.

—Dorian, esto sólo empeorará la situación de los jornaleros, y la tuya propia, dentro de poco te harás mayor edad y podrías ser procesado tanto por obstruir la justicia, como la de agresión física a un oficial— señaló el comisario, esperando una respuesta del muchacho, quien sigue sin moverse, sin embargo su voz se hace escuchar.

—Comisario, yo vengo de una familia respetable, y lo que he ganado a mi corta edad lo he hecho con cabeza fría. Se como terminaría todo sino hago lo que hice, pues la justicia aquí la mueve la plata y el oro.

Antón pagaría para ejecutar a mis hombres, haciendo del juicio un circo, ya que, debido a sus diferencias con nosotros lograría desprestigiar nuestras haciendas por el placer que solo esa gente siente— dijo el chico, mientras el comisario se soba la frente.

—Además no pensé que usted llegaría tan pronto y menos en compañía de Antón y del gobernador— agregó Dorian quien bajó las botas de la mesa y se acomodó el sombrero para ver de vuelta al comisario con los codos sobre la mesa. 

El comisario, quien observa a Dorian luego de que este dejase de hablar, le hace una proposición.

—Escucha, hablaré con el oficial para que pase por alto la agresión, y le dire al gobernador que no sabías nada del crimen como me contaste anteriormente, que hubo un mal entendido, y por ello, bajo la orden de la señorita Mary viniste por ellos. Asistiras al juicio junto a tu padre para generar presión en el veredicto, yo seré llamado por el fiscal para atestiguar. Al no existir pruebas contundentes, tus hombres vivirán debido a que son posesión de un hombre como Sir Pierce, sin embargo será decisión del juez si regresan a la hacienda o quedan detenidos hasta el esclarecimiento del caso—.

Dorian clava su mirada en los ojos del comisario, y habla como quien a nada le teme.

—Confiaré en usted, Comisario Nolan, porque ha demostrado que es un hombre de palabra, mas allá de la deuda moral que sostiene con mi padre. Sólo espero que, en nombre de la paz de Villa la Fe, si es que puede llamarse paz, no se les quite la vida a mis hombres por la infamia de las que se les acusa injustamente—. Sin mas nada que decir, Dorian toma sus cosas a la salida de la habitación y se marcha.

—Joven Dorian, ¿está bien?— pregunta Ywaleé, el niño esclavo que encontraba de nuevo tras las rejas.

—Si— respondió recio el joven —no te preocupes, no tienen pruebas para culparlos, irán a juicio y estaremos toda la familia para que no se lleve a cabo una injusticia—.

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⏰ Última actualización: Jul 22, 2019 ⏰

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