♡°Mine

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Temática: Omegaverse;Gore/Sádico;AU!Escolar
Tipo: Drabble
Edades: Hoseok 21 años y Namjoon 20 años.
Para: SorataJimenez

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—Mierda, estoy jodido —ríe con fuerza al ver como sus manos están empapadas de sangre. Admira como sus uñas tienen carne en ella. Su olor a café amargo es reemplazado por el apestoso cuerpo en descomposición de su enemigo. —Pero yo hago lo que sea por mi omega, mi joya, mi todo —sigue hablando con normalidad mientras deja a un lado el hacha de carnicero.

—¿Q-qué ganas h-haciendo e-esto...? —pronuncia el chico ya sin aliento. La desgarrada garganta del chico solo le permite dar unas últimas palabras. Hoseok voltea aburrido hacía el chico que esta sentado en la silla de madera: sin piernas. —N-no hic-ce n-nada —llora a horrores mientras se mueve entre la silla. Grita y solloza por el dolor insoportable que esta pasando. Siente un asco horrible al ver como ya no tienes sus largas piernas. El mareo es presente y no puede evitar vomitar sobre él.

—¡Claro que si hiciste algo, imbecil! —grita el alfa con todas sus fuerzas, haciendo que las venas en su cuello se vean con intensidad. El beta que está amarrado siente el miedo inundar su cuerpo y alma: sabe que cuando el alfa muestra sus ojos rojos brillantes es dónde el lobo interior domina por completo el lado racional. —¡Posaste tus ojos sobre mi omega! ¡Mío! ¡Mío! ¡Mío! —el beta empieza a sollozar de nuevo, la mezcla entre sangre y lágrimas es tan sucia que le provoca asco de nuevo. Niega completamente ante lo que esta diciendo el impomente alfa. —¿Por qué lo niegas? ¡Es obvio que estás enamorado de él! Pero déjame te digo algo, puta barata —habla Hoseok con voz grave y sus ojos brillando con locura inhumana mientras agarra un cuchillo de cocina. El chico que esta amarrado empieza a gritar con desespero al ver como la punta del arma brilla con burla. —Jamás se fijaría en alguien tan bajo y patético como tú.

—¡P-por favor n-no! ¡No! Por favor, por favor, por favor... No, no, no —suplica el beta  mientas niega su destino horroroso el alfa sólo le regala un risa burlona.

Hoseok, sin pena y sin duda, clava el cuchillo en el estómago de su enemigo repetidas veces. Su bello rostro es salpicado por sangre y carne humana. La velococidad que usa es inhumana y la sensación de tener sangre ajena en sus manos es increíblemente adictiva. La adrenalina de asesinar a cualquiera que estuviera o este enamorado de Namjoon es magnífica.

Porque es suyo y de nadie más.

De sus labios salen varios jadeos cansados. Su frente es una combinación de sudor y de aquél codiciado líquido color rojo intenso. Se siente más tranquilo al saber que su posible competencia esta muerta.









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—Mm... —el pelimorado se mordía un poco su labio al tener que pensar que libro tendría que elegir. Las variedades que hay son infinitas. La biblioteca de la universidad parecía un lago y los peces son los libros; esperando ser atrapados, o no. —Tal vez este funcione —toma el omega con olor a frutos rojos y un toque a pinos de un bosque misterioso.

A lo lejos, un alfa con enormes gafas veía como el bonito omega elegía el mismo libro que agarro. Con las emociones latentes por todos lados, retiene ese chillido de emoción pura.

Namjoon a lo lejos ve a un conocido y sonríe hacía esa persona. Hoseok siente su corazón detenerse ante esos hoyuelos tan hermosos. Le encanta el aura que el omega desprende, siendo tan suave y frágil.

Y tan suyo.

El omega de cabellos morados llega y se sienta a un lado del pelirrojo. Con disimulo, Namjoon relame sus labios de deseo y deja a un lado el libro, para reposar su barbilla en el hombro de aquél inocente alfa. Libera un poco de feromonas para su pareja, deleitandolo con su aroma.

—Mierda, Nam. Aquí no —gruñe Hoseok en un susurro mientras se acomoda sus gafas. No hay nadie en la biblioteca a esa hora, pero el alfa tiene esa vena poderosa de posesividad.

Y a Namjoon le encanta.

—Pero Hobi... —ronronea el omega mientras deja un pequeño beso en el hombro del mayor. —Quiero saber si lo hiciste.

El alfa deja salir una risa ronca y mira al menor con superioridad. El omega siente una chispa de placer al notar esa mirada tan... asesina.

—Por supuesto, amor —la dualidad de Hoseok es tan rápida y sorpréndete: porque en un momento es un asesino y al otro, un novio dulce. —Ese idiota no volverá a molestarte.

Namjoon emite un pequeño gemido. Su ronroneo se hace constante y no puede evitar pensar en el alfa. Se imagina un Hoseok sudado y sin camisa con motosierra mientras le quita las piernas a ese imbecil que lo traía harto con sus idioteces. Con solo pensar en su alfa, haciendo cosas como sacarle los ojos a alguien, le provoca un placer extremo.

Porque los dos están locos y enamorados.

—Joder, Hoseok... me encantas, me encantas —jadea el omega mientras tienes los ojos cerrados y se oculta en el cuello del pelirrojo.

—Maldita sea, Namjoon. Me estás volviendo loco, pero por ti, mato a cualquiera que se te acerque —esas palabras solo provocan un deje de emoción en el pelimorado que queda encantado.

—Te amo. Te amo... —dice el omega repetidas veces mientraw besa al alfa con fuerza.

—Todo por ti, mi bebé precioso.

—Todo por ti, mi bebé precioso

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Escrito por: Big_bee

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