Pude haber sido el cielo que custodia la plenitud...pero preferí ser tu infierno. Pude haber sido el néctar que el colibrí recoge de las flores, pero preferí ser tu sangre, y con ella tu alimento. Pude haber sido dueña de mi existencia y mi voluntad, pero preferí ser tu esclava. Pude haber sido vida: pero preferí ser muerte.