Intenciones

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Fuyuka caminaba junto a Tsunami algo agotada, no había dormido en toda la noche gracias a los ronquidos del chico de melena rosa, y por si fuese poco este no se callaba ni un segundo, contándole sobre como extrañaba el mar o como Otomura le enseño su truco del ritmo, o la vez que cuando tenia 8 años dio su primer beso con lo que el consideraba "Una sirena terrestre" o sobre esas peleas que tenia contra grandes olas, el chico le caía bien, sin embargo estaba harta de escucharlo, casi podía compadecer a quien seria su esposa.

-*Si no se calla agarrare una rama y lo golpeare peor de lo que Rika golpeo a Domon*-Pensaba la joven de cabello violeta.

-¿Qué pasa chica? Tienes muy mala cara.

-Oh nada Tsunami, es solo que no e dormido bien y me duele un poco la cabeza.-Dijo sonriendo amablemente.

-Comprendo, se que es lo que te aliviara, en Okinawa tenemos la receta perfecta para el dolor de cabeza.

- ¿Silencio?-Pregunto la chica emocionada.

-No, ¡una canción!

La chica borro su sonrisa apenas Tsunami pronuncio esas palabras, y para su "Suerte" el chico abrió la boca, haciendo todo tipo de ruidos, que parecían un ave en agonía, para luego "cantar" o mejor dicho aullar, de una manera que se podría decir que la canción que Midorikawa canto en el autobús era una melodía de los Ángeles en comparación con lo que estaba escuchando.

-Ahora se lo que sintió Tobitaka en el autobús, ¿Por qué fui por el?-Susurro la chica lo más bajo que pudo.

-¿Qué dijiste?-Pregunto Tsunami, quien para suerte de la chica no la escucho.

-Oh nada, nada.-Dijo Fuyuka rápidamente.

-Ya entiendo, tienes vergüenza de pedirme que cante mucho más alto, ¡Esta bien lo intentare!

-*Debí quedarme con el par de idiotas que se peleaban, fantasmas si me oyen no sean crueles y ¡vengan por mi!*-Pensó la chica llorando internamente.

Los minutos se hicieron horas y la tortura para la pobre chica se hizo peor, hasta que exploto gritándole al chico quien no comprendía nada.

No muy lejos de ahí....

Goenji caminaba pensativo, siempre había creído que su amigo "mata osos" eran un pan de dios, incapaz de matar una mosca, pero al verlo empujar al "intento fallido de hombre y dios" su ultima conversación con el llego a su mente "Algo siniestro en su mirada.

-¿Goenji? ¿Qué sucede?

-¿He? Nada....

- Esta bien.-Dijo sonriéndole dulcemente.

-Oye Shirou, ¿Puedo preguntarte algo?

-Si

-¿Te caía mal Afrodi y Domon?

-¡Claro que no! Fue solo una reacción, realmente lamento mucho lo que le sucedió a Afrodi-san.-Dijo con un deje de genuino arrepentimiento.

-Ya veo... ¿Y Domon?

-¿Por qué me caería mal?-Pregunto de manera inocente, sin embargo algo no paso desapercibido para el goleador de fuego, tal y como dijo Afrodi el de cabello plateado tenia algo en su mirar que lo volvía algo ¿macabro? Sin embargo algo detuvo su pensamiento unos gritos que se oían a lo lejos.

-Oye Goenji, ¿Escuchas esos gritos?

-Si...Parecen ser de....

-¡Fuyuka!

Ambos chicos se miraron y salieron rumbo donde se oían los gritos solo para ver a un Tsunami abrazando sus piernas mientras lloraba y una Fuyuka con un humor peor que el de Someoka y Tobitaka.

Mientras tanto en el campamento...

Todos suspiraron con tranquilidad Kabeyama había estado durmiendo todo ese tiempo, sin embargo seria un poco difícil explicarle todo una vez que lo despertaran.

-¿Quién lo despierta?-Pregunto Kidou, apenas el pregunto eso Endou le quito la rama a Rika y se lo lanzo a Kabeyama despertándolo.

-¡Mi rama!-Dijo Rika yendo por ella.

-¡Kidou holgazán! ¡Levantarte! No puedo creer que se te hayan pegado actitudes de Kabeyama.-Dijo mirando mal a Kidou.

-*¿Por que siento que me odia?*

-¿Qué paso?-pregunto Kabeyama confundido.

- Las personas mueren día a día, somos los últimos que quedamos, unos ladrones se han llevado nuestras armas gracias a la idiotez de Endou, ahora nuestra supervivencia se basa en nuestra inteligencia.- lo siento Kabeyama no sobrevivirás.-Dijo Mirando a Kidou con odio y lastima.

-¿¡Que!?-Grito angustiado Kabeyama.

-Tranquilo se refería a Kidou.-Le susurro Touko para luego explicarle todo al chico.

Mientras tanto con Tachimukai y Haruna.

El chico había salido a buscar leña ya que comenzaba a hacer frío, estaba un poco mas tranquilo pues su compañera al fin había despertado, sin embargo cuando llegaba a la cueva escucho un grito, rápidamente soltó lo que traía y corrió con gran rapidez hacia donde estaba su compañera, pero al llegar suspiro tranquilamente, la chica solo había gritado por una araña, se acerco y la aplasto, volvió a salir y trajo la leña que había soltado para luego hacer una fogata...

Tenían un largo camino antes de llegar al campamento.

El campamentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora