—Pinkie...eso no es chocolate...—la dueña de la tienda de pasteles en la que Pinkie trabajaba, la observaba asqueada.
—¡Muy buenas!—entró al local, con un sombrero bien vaquero y su cabellera rubia, una pecosa granjera del pueblito de Ponyville—¿no debemos ir a lo de Rarity para elegir los manteles?
—¡Apple Jack!—respondió la pony de rosado— ¿Big Mac ya llegó?
—¿El buenardo de tu hermano viene aquí Apple Jack? Hace tiempo no me trae una de sus jugosas...—intervino la señora dueña del local, pero Pinkie Pie ya había corrido por la puerta llevándose consigo a su amiga.
Galoparon hacia la granja familiar de Apple Jack, Sweet Apple Acres. El campo verde decorado por fuertes manzanos, le daban cierto brillo a la bella casa rojiza en la que la abuela Smith las recibió.
—Abuela, ¿sacaste la tarta del horno?—el rostro de su abuelita cambió rápidamente de una dulce sonrisa a una expresión de urgencia. Corrió hacia la cocina.
—¿Y tu hermano?—dijo ansiosa Pinkie.
—¡Ya llegamos!—desde un sendero dirigido directo de los manzanos, escucharon una vocecita divertida.
Big Mac, acompañado por la menor de los hermanos, Apple Bloom, transportaban cestas con enormes manzanas.
Pinkie Pie reanudó sus brinquitos luego de haberlos pausado en esa veloz caminata hacia la granja. Su espesa melena rosada se ondulaba con cada subida y bajada de su alegre cuerpo.
—Bien, ¿tienen listo lo suyo?
—Sip.
—Bueno, ya tenemos la comida, vamos a por mí vestido.
ESTÁS LEYENDO
Pinkie Pie celebra su boda
Short Story¡Acompaña a nuestras amigas en esta nueva aventura!