美しい悪魔

☬

『 Kitsune. 』

"Me preocupas."

"No hace falta."

"Estás faltando al trabajo, descuidas tu salud. Mira esas ojeras."

"No importa, déjenme de lado, molestan."

"Piensa en tu hermano, le haces mucha falta."

"Sasuke puede cuidarse solo."

"Está loco, lo sabes. Te necesita."

"..."

Los recuerdos de aquella conversación con Yamanaka le habían estado atormentando toda la semana. Es por ello que en esos momentos estaba en un viaje a Konoha, en búsqueda de su estúpido hermano menor.

No podía concentrarse en la lectura, además, ¿de dónde sacó ese libro? Tenía un título curioso.

❝ Damn Obsession. ❞

¿Qué clase de trama era esa? Estaba por la mitad y no entendía cómo ese chico pudo enamorarse de un ser de oscuridad.

Le restó importancia, supone que entre las cosas que empacó a prisa pudo haberse llevado ese libro de Kisame. Después de todo a él siempre le han gustado cosas un tanto extrañas.

No va a olvidar aquel día en que llegó al departamento que ambos rentaban juntos y... ¡Agh! ¡¿Qué clase de fetiche raro con peces y tiburones era ese?!
Agitó la cabeza, de solo recordarlo le causaba náuseas.

Itachi aún no comprende cómo aquellas chicas accedieron a vestirse así.

En serio, la gente está muy loca.

En fin, en un vago intento por despejar la mente se ha colocado los auriculares para escuchar música clásica. Cerrando los ojos y uniendo las manos se dedica a descansar las horas que quedan de viaje.

Una vez llegaron a su destino, los pasajeros comenzaron a descender, recogiendo sus maletas y la mayoría se concentró en la búsqueda de alguna cara familiar en el aeropuerto.
Lo que Itachi no imaginó, fue esperar ver a su ahora adolescente hermano menor.
Vaya que los Uchiha tenían buenos genes, ¿quién iba a imaginar que el niño mimado que dejó de ver hace diez años ahora sería todo un galán? Lo decía por el hecho de que todas las chicas que pasaban a su lado lo miraban embobadas.

— Hey, Sasuke. – sí, ese fue el gran saludo del mayor.

— Itachi. – respondido de la misma manera cortante y fría por el otro.

Tenían que ser hermanos.

— ¿Con quién más vienes? – preguntó buscando algún médico o enfermera. La última vez que habló con su tío Madara, éste le había dicho que el pequeño Sasuke sufría demencia. Todos creyeron que no soportó la muerte de sus padres y la ausencia de su hermano mayor por haberse ido a hacer su vida muy lejos de su familia.

— ¿A quién mierda buscas? Soy el único idiota que viene a buscarte. – habló rudo, con manos en los bolsillos del pantalón dio media vuelta y comenzó a caminar. — Andando, vayamos a casa.

Itachi tomó una gran cantidad de aire y suspiró.

¿Dónde había quedado su dulce hermanito?

Jalando la maleta fue tras de él para tomar un taxi a la salida.
Durante el camino no hubo intercambio de ni una sola palabra, ambos se dedicaron a perder la mirada a través de las ventanas.

— Lo pagas tú. – Dijo Sasuke bajando del coche mientras hacía ruido al buscar las llaves en su chaqueta, seguido de ello abrió la puerta de su casa y desapareció de la vista del mayor. Éste por su parte, resopló molesto.