Nos Vamos Madre

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Era un día panadito, bello chamas no había nada de sol y no se veía ninguna nube y hacía un frío que uff sabroso y lo mejor NADA ABSOLUTAMENTE NADA DE ZANCUDOS jodiéndome la existencia para querer mi sangre. Lo único que lo arruinaba era la noticia que me habían dado, mi papá se había desaparecido (capaz se fue a la playa y no nos llevó) y me dejo cuidando a mi hermano y su mascota un pájaro que se encontró en un viaje hace añales, cuando de verga me sabía cuidar yo y ahora tengo que cuidar a esa criatura der mal. Mientras pensaba en las mil y un formas de cómo íbamos a morir por inanición, entro mi hermano menor a mi cuarto como perro por su casa.

—Mamerta —entró Zachary al cuarto abriendo y cerrando la puerta de coñazo —¿Qué se le da de comer a un pájaro?

—Dejaste la puerta abierta e'cerro– murmure en un tono que él pudiera escuchar clarito – Y que voy a estar sabiendo yo, ni que aquel bicho fuera mío — Le dije con arrecherita

—Es que aquel pájaro anda es loco buscando comida y no sé qué darle, también venía a decirte que Dahlia me acaba de decir que agarramos camino que iban a venir sus compañeros – Se acerco a la cama lugar donde me encontraba tirada y se sentó en la orilla–.

—Y también me dijo que no iba a tener engendros de Satán en su casa y me dijo otras cuantas palabras que si repito me vas a dar con la paleta, no tengo pruebas pero tampoco dudas –Dijo rapidito como quien no quiere la cosa, se quedó un instante callado y dijo

— ¡JA! Y eso que se la da de muy Cristiana y muy de la Iglesia – resopló poniendo su típica cara de ladilla y se tiró en la cama cayendo su cabeza en mis piernas y dándose un ligero golpe en ella– Yo creo que no sabe, que nosotros sabemos que es como Babalao –susurro mientras me volteaba a mirar con sus ojitos abiertos en una expresión de sorpresa fingida.

—Esa sabe papi, pero se hace la loca– Bufe con fastidio – Guara fanática esa, un día de estos le voy a mandar a jalar las patas, la única que puede tratarte mal soy yo. Ish es que yo estoy es clara que nos aguantaba puro por papá, pero esa nos tiene es un odio arrechisimo – Le dije fastidiada mientras lo agarraba de las costillas y lo a recostaba a mi lado, el al instante buscó acomodo, sabía que a esa vieja qué se dice nuestra abuela odiaba a mi Madre desde el momento que Papi empezó a salir con ella y es que yo creo que nos odiaba y ni siquiera habíamos nacido y cuando mi mamá salió embarazada de Rom y de mi, nos catalogó como engendros del Diablo además siempre anda diciendo que Chary y Yo le volteamos los crucifijos que tiene por toda la casa, ¿qué culpa tengo yo que la gravedad actúe cuando pasamos a un lado de ellos? El único que nos quería era el Abuelo Marco pero ese se murió cuando Chary tenía 4 o 5 años y yo 9.

—Mira, entonces antes de yo subir a preguntarte lo del pájaro de Papá y contarte lo de la loca con la que vivimos, hice una llamadita – me decía Zachary mientras yo lo observaba atentamente– A un número que encontré rebuscando en los cajones de papá y entonces... -lo corté bruscamente colocando mi mano sobre su boca.

—¿Qué coño hacías buscando lo que no se te perdió? – le pregunté molesta

Retiro mi mano de sus labios y dijo – Déjame hablar coño – me saco la lengua y siguió contándome con un tono susurrante y tranquilo– Hice una llamadita a una tía que resulta que tenemos –comenzó a acariciarme el cabello haciendo que me relajase instantáneamente.

—¿Ajá y entonces? – pregunte incitándolo a continuar, medio adormilada por las caricias en mi cabello–Pasado Mañana nos vamos a Los Estados Unidos con Mamá – respondió, de inmediato dejo de hacer caricias y se escondió entre las sabanas, tapándose hasta cubrir por completo su cabeza.

The Venezuelan SpellmanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora