N/A: Se acerca, se acercaaaaaaaaaaaaaa (if i can) xD
Cap dedicado a pineapplebts ♡♡
Llevo cuatro días seguidos sin dormir una caca :(
[...]
Si TaeHyung no había evitado a Jungkook cincuenta y seis veces al día siguiente, posiblemente no lo hubiera evitado ninguna. Y es que, el castaño estaba demasiado ocupado huyendo del maldito hotel que había sembrado el caos en su mente anteriormente casi ilesa, rumbo al restaurante en el que Yang Dongsun le había citado, sin siquiera esperar a Jungkook. Aunque claro, el muy gilipollas llegaba diez minutos tarde, como siempre.
La chica del taxi era amable, y ponía una emisora de radio que a TaeHyung realmente le gustaba, pero el ambiente no era lo suficientemente bueno como para olvidarse por completo de lo ocurrido con su secretario. Era incapaz al cien por cien de olvidarse del pequeño —no pequeño en absoluto, ciertamente— percance de la noche anterior. Se aseguró que era fuerte con todo lo que a Jungkook se refería, que no volvería a caer en sus jodidos encantos de playboy, y que incluso ignoraría cada pequeña palpitación alarmante realizada por su corazón.
Pero había fallado. Era un pringado que aún babeaba por el imbécil que tiempo atrás había roto su corazón de la forma más trágica posible. Incluso cuando creyó que se trataba de un tema zanjado. Cayó ante sus propios deseos y terminó quedando como un completo gilipollas.
TaeHyung necesitaba alejarse de Jungkook cuanto antes, porque eso era lo mejor tanto para él, como para su pobre salud mental, ya herida de sobremanera. Y aunque fuese difícil a más no poder —debido a que era su secretario, convivían en el mismo edificio y a que Yeontan había dejado embarazada a su perra—, lo intentaría sobre todas las cosas. De hecho, lo conseguiría.
"Ya hemos llegado, señor" la chica le dijo, aparcando al final de la calle y señalando el restaurante Cal Mare a unos metros de ellos, en la gran avenida. "Son veinte dólares"
El castaño asintió, saliendo de su pequeña burbuja para prestarle atención a la conductora, sacando de su billetera un billete de diez y otro de veinte. "Gracias por el viaje, quédate con el cambio a modo de propina"
"Oh" la chica emitió, tomando los billetes, sorprendida. "Muchísimas gracias, señor. Tenga un gran día"
TaeHyung le sonrió a modo de agradecimiento, saliendo del automóvil con un suspiro. Era hora de ponerse serio y hacer su trabajo: Cerrar un contrato por completo con una de las firmas de cosmética coreana más importante de los tiempos. Y todo bajo su propio nombre.
La sonrisa en su rostro se ensanchó al instante, dirigiéndose al restaurante. Antes de poder seguir hacia delante, sintió su móvil comenzar a vibrar y sonar en el bolsillo de su abrigo, haciéndole fruncir el ceño y tomándolo.
Llamada entrante: Jungkook.
Bufando, TaeHyung cerró los ojos, frenando y relamiéndose los labios. Maldita fuera su desgracia. Cuánto antes pensaba en algo, antes todo se iba a la mierda a la velocidad de un chasquido.
Las ganas de colgar la llamada y mandarlo a la mierda lo abordaron, pero rápidamente tuvo que echarlas hacia atrás, recordando el primer punto por el que Jungkook y él estaban metidos en el mismo saco: El muy cabrón era su secretario.
"¿Qué quieres?"
Un bufido por parte del azabache sonó. "¿Dónde mierda te has metido? Te he buscado por todo el hotel, pero no hay rastro de ti"
"Eso es porque no estoy allí, Jeon"
"¿Entonces dónde?"
"En Cal Mare" respondió, relamiéndose los labios.
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Poséeme ✧ KookV.
FanfictionKim no es el tipo de persona que se enfada con facilidad, mas, cuando Jeon Jungkook abrió su boca de la forma más hipócrita que él conocía y dijo, "Vaya... Nos volvemos a ver de nuevo, TaeHyung" El castaño sólo quiso parar el tiempo y lanzarle la gr...