Fernanda pasó una tarde muy agradable al lado de su hermano, sin embargo, al marcar el reloj las 7:45 de la noche, Fernanda se bajo del viejo carro que su hermano compró en oferta y le dio el lugar a su madre, Fernanda entró a la casa con la esperanza de que Marcos hubiera regresado, pero no fue así, se encontró al señor Da Costa en el gran sofá de la sala tomando una botella de Whisky y mirando a la nada, este se dio cuenta que ella había llegado.
—Buenas noches Fer—Le sonrió este alzando su vaso de licor
—Buenas noches señor Da Costa, que placer verlo—respondió Fernanda un poco tímida, ya que Bryon la intimidaba demasiado, pero a la vez le regaló ella una sonrisa sutil que hizo notar uno de los hoyuelos que ella tenía
—No deberías estar en casa?—preguntó él y ella frente al dilema de saber que responder para no meterse en problemas y tampoco a su patrona, le respondió con otra sonrisa tímida y se fue a su habitación a ponerse su uniforme.
La noche al parecer avanzaba tranquilamente, el señor Da Costa había vuelto añicos la pieza de Marcos en la tarde pero la Señora Reyes había alcanzado a arreglarla, la señora Da Costa dio la orden de que todos se fueran a dormir, y así fue, excepto por Fernanda que no podía conciliar el sueño por saber dónde estaba Marcos, se fue a la cocina y se sentó en uno de los taburetes con un tarro de mantequilla de maní y galletas de sal, prendió su laptop y se puso a ver vídeos de Maire Wink mientras comía galletas con mantequilla de maní y los minutos se volvían eternos, el reloj llego a marcar la una de la mañana y el único ruido de la casa eran los mordiscos de Fernanda a sus galletas, hasta que de repente oyó la puerta cerrarse y algo caer al piso, acompañado de una queja.
Fernanda cerró de golpe su laptop y se quitó los audifonos, cogió una linterna que había cerca, y salió cuidadosamente a la sala
—Hola ¿quien esta ahí?—dijo Fernanda en voz baja, apenas audible para cualquier persona que estuviera cerca
Nadie respondía y ella alumbraba con la linterna, intentando visualizar cualquier cosa, hasta que casi pega un grito, pero lo alcanzó a frenar a ver el cuerpo desnudo de Marcos boca abajo, totalmente desnudo.
—Esta desnudo, se le ven las nalgas, eso son nalgas o por Dios!—pensó Fernanda eufórica para sus adentros sin dejar de verle las nalgas a Marcos pero a la vez evitando hacerlo
Fernanda tenía que rectificar que no estaba mirando con lujuria las nalgas de un muerto, así que se agachó a la altura de Marcos y se dio cuenta que este aún respiraba. Aunque a pesar de todo el drama a Fernanda le sorprendía que Marcos estuviera tan "bueno", pero tenía que trabajar y no ponerse a morbosear.
—Marcos, Marcos, por favor despierta, soy yo, Fernanda—dijo Fernanda en su oído moviendo con sus manos el cuerpo de Marcos, evitando ver como se le movían las nalgas
Marcos apenas hizo sonar una queja, pero Fernanda debía moverse rápido antes de que Bryon se diera cuenta de otro show de Marcos.
Rápidamente fue por algodón y alcohol a la cocina y al volver con Marcos se lo puso en la nariz y este se despertó pero muy inconsciente de lo que sucedía a su al rededor.
—hola Marcos, soy Fernanda, por favor ayudame a pararte para llevarte a tu cuarto —le pidió Fernanda a Marcos y este en medio de su estupidez, accedió
—No le mires el pito Fernanda—se dijo Fernanda para si misma e intento concentrarse en lo que estaba haciendo
Marcos pasó el brazo por los hombros de Fernanda y se paro con mucha dificultad ya que Fernanda no era muy fuerte como el, pero de alguna u otra forma intentaba llevarlo a las escaleras para subirlo al cuarto.
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Alta Marea
Teen FictionAlta Marea es la historia de Fernanda Suarez quien al cumplir sus 22 años, su madre ve una oportunidad por fin poner orden a su situación económica, prometiéndola en matrimonio con el hijo de su jefe, un gran narcotraficante brasileño que vivía en l...