2:00 AM
México se removía en la cama tratando de encontrar una postura cómoda para dormir...
Todas las noches era lo mismo, a cierta hora empezaba con los recuerdos, recuerdos de alguien. Y no importaba cuanto intentara dormir de nuevo nunca lo lograba.3:00 AM
— La hora del diablo ... — Murmuró México mientras miraba el reloj sobre la mesa de noche con una expresión demacrada por el cansancio, estaba consiente de que por toda la eternidad sería así.
Se sentó en la cama, a su lado dormía aquel país con el que tenía una muy,muy, muy fuerte amistad... Cómo siempre evitando decir que fueran algo más, ya tenía suficiente con el acoso de USA, entendió a la mala que no era un buen negocio para su gente enamorarse. Al levantarse camino a obscuras por la casa hasta el balcón de esta misma en otra habitación. No era una casa enorme como la que tenía Rusia, pero le gustaba, estaba arriba de un cerro, se podía respirar aire fresco, tenía una vista increíble, y debajo del balcón había un acantilado.Dejó que la brisa acariciara su rostro, sentía el aire frío de la noche. Podía ver a lo lejos las luces del pueblo y del otro lado una mancha enorme de luz, la ciudad.
— ... De la Sierra Morena~♪— Tarareo. Mientras venía a su mente una imagen de un chico en bicicleta que había salido de su trabajo. Minutos más tarde le dispararon en la cabeza para robar su teléfono, lo último que vio el chico fue las luces de la calle mientras se apagaban.
— ...Cielito lindo, vienen bajando...— Continuó la tonada.México cerró los ojos con fuerza, como si eso fuera a evitar, que los recuerdos de cada persona de su país asesinada cruzarán como película delante de sus ojos.
— ...Un par de ojitos negros— Otro disparo retumbó en sus oídos y mientras quedaba inerte una chica, horas después de que la secuestraran, podía escuchar las risas de los culpables... Y lo último que vio fueron los zapatos de sus asesinos alejarse y ella sola quedar en un callejón frío. Feminicidio.
— Cielito lindo... De contrabando...—Y ahí estaba México, mirando hacia el abismo bajo sus pies dejando que su obscuridad y esa horribles memorias le envolvieran.
— Ay...— Su voz se quebró, pero el tono contrastaba enormemente con la expresión de indiferencia que tenía su rostro, mantenía la cabeza baja, era tan doloroso.— Ay, ay, ay~ ♪ — Entonó.
Llevo su mano al pecho presionando levemente, sonando está vez más melodioso, no podía sentir lo que ellos, pero con solo ver era suficiente para sentirse miserable.
— Canta y no llores~ ♪ — Alzó el rostro para ver el cielo, ahí arriba de su cerró, lejos de la contaminación de luminarias podía ver las estrellas, y dejar que su mente se disipara por solo unos momentos.-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+
Al mismo tiempo en la habitación justo cuando México se puso de pie Rusia abrió los ojos.
De nuevo se escabullía de la cama, las primeras veces creyó que era un poco de rechazo del tricolor. Apenas había pasado un mes desde que, de alguna manera se " formalizó si relación".
Pero sentía que no estaba funcionando...La relación que tuvo con España y USA había echo que México desconfiara de cualquiera, aún el no tenia la culpa de sus malas experiencias.
Suspiró en silencio, y se levantó de la cama, a cada paso que daba escuchaba esa melodía, siempre que México se sentía mal la cantaba.Llego al balcón y quedó de pie viendo la espalda del más bajo, y siempre era la misma canción. No sabia el por que del insomnio de México, y el país, no parecía querer contarlo.
— Por que cantando se alegran... Cielito lindo, los corazones~ ♪— Después de terminar la estrofa se quedo en silencio mirando el cielo nocturno, solo por un par de segundos — Cuanto tiempo llevas ahí? — Dijo en en un tono neutro.
— Хватит...(Lo suficiente...) — Respondió el ruso recargándose en el marco de la puerta.
— Jee~ Acaso estas espiándome? — Volvió hablar México, mientras se levantaba del suelo y sacudía el polvo de su trasero.
— Если так, то что? (Si es así, entonces que?) — El tono de voz de Rusia sonaba preocupado lo que hizo que el tricolor alzara la mirada en su dirección.
— Que tierno, Rusia. Pero tu cara en estos momentos asusta. — Dijo mientras pasaba de largo al soviético para entrar en la casa, o esa era la intención pues la mano del chico le detuvo. México alzo su cabeza de nuevo cruzando miradas con su actual novio.
— Эта песня... Почему ты не скажешь мне, что происходит? (Esa canción... Por que no me dices lo que esta pasando?) — Era malo para expresar sus sentimientos, no entendía como es que había logrado tener un noviazgo con el latino — Ты мне не доверяешь? (No confías en mi?) — Insistió, presionando un poco el brazo en su mano.
México miro su brazo y después a Rusia. En efecto su cara asustaba, pero sus ojos eran muy expresivos, tal vez el soviético no se daba cuenta... Llevo su mano a la mejilla de Rusia, sonrió como siempre lo hacia, esa enorme sonrisa amable y cálida que le gustaba al mayor. — Estoy bien, vallamos a dormir. — Fue su ultimo comentario.
Rusia soltó su brazo ante tal acto dejándolo ir de nuevo a la habitación.
Suspiro, amaba a México, lo hacia desde hace algún tiempo, pero el tricolor tenia muchos secretos...Ocultaba tantas cosas detrás de esa sonrisa.
México pidió perdón a quien quiera que lo escuchara, por que no quería dañar a Rusia, y cuando supiera lo que pasa, lo abandonaría y no quería tampoco eso, estaba siendo egoísta?
Si, pero necesitaba sentirse fuerte, necesitaba a Rusia.\\FIN//
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Resignación
Short StoryRusia sabía que México despertaba todas las noches. Pero él latino nunca le quería decir por qué. Mexico tenía muchos secretos, y él solo podía verlo a lo lejos y escuchar la misma triste cancion... Bueno esta es una historia corta, ni siquiera se p...