~• Mis razones para... •~ [Countryhumans]

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Hace poco tiempo se corrio la notica del suicidio de Mexico Norte, esta noticia afecto a todos en la escuela, realmente podria decirse que este suceso seria el que daria el giro dramatico a nuestra historia, dejenme explicarles como todo comenzo.

Todos los paises se encontraban reunidos en el patio principal de la escuela sin saber el hecho de por que, muchos hacian sus teorias y comenzaban a sacar propias conclusiones, sin embargo no se esperaban que todo fuera mucho peor que lo esperado.

De todos, destacaba Mexico Sur, un chico demasiado bajo, acomplejado por siempre portar consigo un poncho, una camisa pegada negra debajo de ello, pañuelo, sombrero en la espalda y pantalones muy ajustados, el se encontraba llorando inconsolable en el hombro de Rusia, un chico que casi le doblaba la altura, vestido con sueter de rayas, pantalones pegados, vendas que cubrian por completo ambos brazos y un gorro particular en su cabeza, el se encontraba agachado a su altura abrazandole por las caderas, era conmovedor pero eso no era lo que mas destacaba, lo que mas destaco fue la entrada de la Onu, se notaba distraido y sobre todo algo decaido.

― Estudiantes. ― Menciono Onu, un chico de estatura mediana, vestido de un traje realmente formal de tonos negros y grises y con una postura perfecta, demasiado cerca del microfono de una manera que un estruendo por su respiracion se escuchara atravez de este con una gran fuerza, todos se quejaron y taparon sus oidos, sin embargo este no parecia afectarle. ― Hoy me temo que tengo que informarles de algo realmente tragico. ― Se notaba como apretaba el microfono intentando tomar fuerzas para hablar. ― Su compañero Mexico Norte, cometio suicidio hace dos dias.

Fue lo ultimo que pudo decir antes de dejar caer el microfono y luego la FBI, un chico alto con un traje de policia bastante cargado con armas y defensas, lentes oscuros, microfono y una pistola en su cinturon, llegara a tomarle para evitar que este fuera a caer.

Se escucho un fuerte jadeo de sorpresa de todos los paises, luego de ello fueron susurros y al final se convirtieron en llantos. Entre todos habian 7 paises que destacaban pero los cuales no especificare ahora, algunos por llorar tan inconsolables y otros por el simple hecho de no haber tenido ninguna reaccion.

― Por ahora, queremos invitarles a cada uno a ayudar con la "ofrenda" que se armara en su casillero como un recuerdo a nuestro querido compañero. ― Menciono el FBI al microfono mientras que seguia sosteniendo a ONU. ― Tomen 20 minutos para desahogarse y luego vuelvan a sus clases.

Luego de esto, la mayoria de los paises comenzaron a salir de el patio caminando hacia los pasillos, baños, cafeteria, etc.

Mexico Sur se encontraba en el mismo lugar, en el patio llorando en el hombro de su pareja, parecia realmente afectado, al poco tiempo se le acerco España, hombre mayor de estatura promedio, camisa cafe con dos botones abiertos, pantalones ajustados de 3 botones, collares, pulseras, vendas y un pañuelo amarrado en la cintura, tomandole del hombro y agachando la cabeza en signo de lastima y respeto.

― Hijo... ― Dijo en un tono muy agotado y desgarrado, despues de todo ambos Mexico's siempre habian sido como unos hijos para el, incluso les mantenia y vivian en la misma residencia por ahora, el siempre habia sido su padre, y el hecho de que de un momento a otro uno de ellos estuviera muerto le dolia tanto, sentia como si le doblaran el alma y le sacaran el aire. ― Yo.. lo lamento...lo lamento tanto. ― Se tapo la boca mientras comenzaba a llorar.

España se arrodillo llorando de la misma manera que Sur el cual no se dignaba a voltearse puesto que a pesar de todo aun le mantenia un leve enojo a su padre puesto que el sentia que el era una de las razones por las que su hermano se habia suicidado.

La ONU no lloraba, solamente se notaba cansado y confundido, tenia derecho en estarlo, hace apenas poco tiempo el habia estado tan sonriente, esto no era de esperarse, no era de esperarse de nadie y mucho menos de alguien tan divertido como el. FBI intentaba consolarlo con bromas y mimos pero nada de eso parecia servir, lo cual era muy extraño ya que siempre lo conseguia con ello.

Aunque, ellos no eran los unicos que quedaban en el patio, tambien habia otro, Usa, un chico que portaba una camisa negra pegada con la palabra "nato" en ella, chaqueta gris, pantalones de mezclilla ajustados, un collar de una placa esmeralda y una mochila en su espalda sujetada por un solo tirante.

Usa miraba al suelo, sus ojos tenian ojeras, sus manos temblaban y sus lentes se encontraban en su mano, tenia ganas de llorar pero no queria hacerlo ahi, este se volteo y tomo su camino hacia otro lado, queria ir a los baños para poder desahogarse ahi, sin embargo alguien le habia llamado.

― ¡Usa! ― Gritaba Japon, un chico bajo, sueter de cuello de tortuga rayado de tonos grises, pantalones oscuros de mezclilla, botas y bastantes pulseras. ― Hey, te vez muy mal, esta noticia nos afecto a todos.

― Si, eso creo. ― Respondio el estadounidense sin interes, el estaba perdido en sus pensamientos.

― Pero quiero que sepas que si necesitas algo, yo puedo ayudarte, todos debemos ayudarnos ¿si? ― Menciono intentando hacer una expresion "kawaii" lo menos adecuado en este momento.

― Si, claro. ― Nuevamente respondio sin interes esta vez volteando a otro lado.

― Y ya sabes, yo estoy aqui para charlar contigo de lo que gustes, podemos ir al cafe de aqui a la vuelta de la esquina, tienen wifi y cafes decorados con espuma que se ven super kawaii, realmente te encantaria sobre todo por los dulces. ― Japon le miro con detenimiento. ― ¿Usa? ― No obtuvo respuesta pues el mencionado se habia perdido en sus pensamientos. ― ¡¿Usa?! ¡¡Usa!!

― Ah, si, claro, asi es. ― El estadounidense volteo desorientado y respondio sin saber de que hablaban.

― No me estas prestando atencion, baka. ― Dijo el Japones muy molesto.

― Ah, si, sabes, debo irme, tengo cosas, tarea, informes, ya sabes, adios. ― Dijo el estadounidense volteandose nervioso y comenzando a avanzar a paso rapido.

― ¡Usa, yo..! ― Intento hablarle pero este ya iba lejos. ― ¡¡Usa, baka!!

A la hora, el estadounidense ya se encontrabaen la puerta de su casa, antes de poder intentar abrir la puerta se tropezo con algo golpeandose el pie, se quejo y antes de patear aquello miro abajo, era una caja con bastantes decoraciones en ella.

― ¿WTF? No me digas que es de el... ― Dijo para luego tomar la caja en brazos y abrir la puerta con su llave, luego de esto volteo a ambos lados buscando a su padre.

Inglaterra, un hombre mayor con un lente en el ojo, sombrero, ropas formales y un mandil sonre todo esto pues al parecer habia hecho el almuerzo, aparecio de la nada y le saludo con una mano. ― Hijo, bienvenido.

― ¡¡Aah!! ― Usa ase asusto y apreto la caja con fuerza. ― Papa, me asustaste. Hola, ire a mi cuarto. ― Dijo señalando las escaleras y de un momento a otro correr intentando subir estas tropezandose cada dos escalones.

― ¡¿Pero y el almuerzo?! ― Dijo Inglaterra algo confundido.

― ¡¡No tengo hambre!! ― Dijo el gringo antes de cerrar con fuerza su puerta y dirigirse con rapidez hacia su computadora, tiro todo en la mesa y dejo la caja en ella.

Tomo unas tijeras y las enterro con cuidado para luego abrir toda la cinta, abrio con impaciencia la caja y luego comenzo a sacar todo lo que esta contenia hasta al final encontrar una memoria USB, la conecto a su computadora y miro cada archivo, todos estaban numerados en "Audio:1", "Audio:2", etc.

― Esto no me da buena espina... ― Conecto sus audiculares y luego se los puso, despues de esto comenzo colocando el primer audio.

― Escuchen con atencion. ― Era la voz de Mexico Norte, en ese momento podria asegurar que Usa incluso queria llorar. ― Hoy les contare la historia de mi vida...― Y las lagrimas brotaron, estaba llorando. ― O mas bien, de por que termino.

Continuara...