parte única

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/narra taehyung/

la música cortó y las voces vibraron en el líquido que aún no terminaba de tomar. el teclado se hizo presente como olas acariciando la silueta de mis pies sobre la orilla, y el baile de su voz me atrajo a la multitud sin advertencia previa.

"múdate a la ciudad conmigo,
no quiero estar solo.
sos demasiado lindx para mí,
bebé, sé que es verdad"

la homogeneidad entre los instrumentos y el vocalista motivaba a las cuerpas a moverse y mezclarse bajo esa descarga de frenesí de la cual nadie era inmune. ni siquiera yo, inconsciente de cuán inmerso me encontraba en la nebulosa psicodélica formándose entre el público y los músicos, dentro de ese pequeño bar que había pisado por primera vez hacía (unos cuantos) minutos.

sin poder ver el suelo bajo mis rodillas y empujado por mis pares, logré pararme casi al lado del escenario. no entendí qué me había impulsado a acercarme tanto hasta que me atrapé a mí mismo observando con a̶t̶r̶a̶c̶c̶i̶ó̶n̶ atención al joven cantando a escasos metros mío.

"tu amor me está asustando,
nunca nadie se había preocupado
por mí
tanto como tú lo haces.
te necesito aquí"

brillaba levemente por el sudor, sus manos subían y bajaban por el stand que sostenía el micrófono, como si quisiera acercarlo a sí pero le fuese prohibido. a veces estiraba sus brazos jugando con el espacio y el aire. pero siempre volvía a acercar sus muñecas al mango del micrófono con gracia, como si se tratase de gravedad pura que lo atraía al objeto en cuestión. y es que era aquel el eje de sus movimientos, cada parte, esquina, punta de su cuerpo y extremidades se alejaba y volvía cual imán, apegándose de nuevo a la varilla. cada. una.

desprendía melancolía pura, y quiero culpar, en parte, a lo mucho que sus ojos reflejaban las luces del espacio. lo expresivos que eran, tanto, que de a momentos llegaban a expresar una sonrisa anticipada, cuando sus comisuras aún se encontraban intactas. sus hebras despeinadas caían sobre sus pestañas, reforzando el misterio en su mirar.

el picor en mi nariz y nuca ante la adrenalina ajena y propia, aumentando su intensidad a medida que la lírica se desvanecía en metamorfosis al catarsis, mientras su voz tomaba el compás de una sinfonía que prometía hacerte sentir tus camuflados impulsos arañando los centímetros de tu piel.

"no sabía que llegaríamos tan lejos
y este sólo es el comienzo.
bebé, me tienes preocupado"

el vibrar de la musica perforaba el fino grosor de mis tejidos hasta formar una tormenta en mi sangre, cuya corriente no sabía hacer más que acelerarse en los instantes que su mirada parecía encontrarse con la mía. sus movimientos se caracterizaban por una androginia hipnótica que inducía su silueta en un aura de consecuente elegancia, reflejada en sus pequeños bailes improvisados, genuinos y, a veces, hasta irónicos. el deseo de tocarlo ahogando como abrumante y prohibido pecado.

"si nos desmoronamos,
quizás no estaba destinado a ser.
si nos desmoronamos, entonces
este fue nuestro sueño favorito"

el ritmo cambió a uno mas lento, los instrumentos dándole al canto un protagonismo mayor, pudiéndose oír con suma claridad. las plumas de sus dedos acariciaron el microfono, ilusionando a la vista con la mentira de su suave superficie. la relevancia del espacio-tiempo perdió consciencia durante esa pequeña secuencia de instantes y lloró en silencio al momento que el vocalista avaló lo melifluamente cautivador de su capacidad con un juego de notas nacidas desde el fondo de su estómago.

comenzó el estribillo final con un ligero cambio en los primeros versos, las metáforas fluyendo junto a la inquietud de su torso. su cabeza iniciando un vaivén brusco que exponía la piel perlada de su cuello y pequeños cabellos que habían comenzado a pegarse en su frente.

su anatomía fluctuaba en el escenario, libre, como aterradora amenaza a energias divinas, burlándolas con la pronunciación de sus hombros y caderas. la euforia del público efervesciendo por última vez en aquella canción.

de la cercanía peligrosa con el pie de micrófono, presumió un delicado falsete, abandonando la lírica y dándole paso a los demás músicos a interpretar los últimos compaces de la pieza. la primera de todas que escucharía de esa banda, abriéndole las puertas a una inexorable adicción a la voz del joven cantante, dentro de este pequeño bar.

scary love ;; taekook 《one shot》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora