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La casa se veía abarrotada de adolescentes, Louis frunció el ceño y acomodo su chaqueta de mezclilla, al igual que su flequillo. Entró a la casa, un grupo de chicos rodeaban una mesa, llena de bebidas alcohólicas y snacks, extendió su brazo tratando de tomar alguna, pero no paso, la chica que las servía lo miró de arriba hasta abajo y rodó los ojos, yéndose con el grupo.

Louis tomo un vaso y se sirvió, le dio un largo trago haciendo una mueca ante lo fuerte que estaba, se sirvió otro vaso y camino con el, en la mano hasta una sala, pasando junto a la piscina donde varios chicos y chicas se divertían teniendo sexo dentro de esta, hizo una mueca de asco y siguió caminando. Al llegar al salón principal, movió su cuerpo ante la música, mirando a su alrededor buscando a alguien con quien bailar, pero no hubo nadie, todos lo miraban con desprecio y Louis simplemente caminó hasta el fondo y tomó asiento, acariciando sus piernas desnudas por el short que traía puesto esa noche.

Los minutos pasaban y Louis levantó su mirada, escaneo toda la habitación hasta que se topó con esos ojos, uno ojos verdes tal como las esmeraldas, unos ojos con un brillo tan fuerte al igual que el mismo sol, era como ver las 2 piedras más preciosas del mundo, y aquellos ojos le devolvieron la mirada, sintió ser escaneado por estos y un fuerte escalofrío recorrió su espina, el dueño de aquel hermoso y sexy mirar, se estaba acercando a él. Y ahí Louis decidió escanear su cuerpo, no llevaba camisa y se dió cuenta de el marcado abdomen que poseía, sus cabello rizado lo traía suelto y algo largo y solo vestía un pantalón corto de jean, aunque algo ancho.

El extraño está frente a él, extendió su mano y Louis la tomo, el chico tiró de él como si no pesara nada y lo sostuvo de la cintura con sus grandes manos, acariciando esta con suavidad sin despegar su verde mirar de los ojos azules de Louis.

El extraño empezó a mover su cuerpo al ritmo de la canción que sonaba que no podía reconocer en estos instantes ya que estaba aturdido ante la presencia de aquel espécimen de hombre.

Bailaron por unos minutos sin despegar la mirada del otro.

El rizado paso la lengua por sus labios y habló:

—Harry.— y, oh, su voz era igual de sexy que él.

—L-louis.— no quiso tartamudear, pero le fue inevitable.

El chico asintió y tomó de la cintura a Louis, guiandolo hacia otra parte y este solo se dejó llevar.

Ambos terminaron en una mesa de ping pong, Harry le extendió una de las paletitas esas para golpear la pelota.

— ¿Q-quieres jugar?—. El rizado asintió y tomo la otra, colocándose en el otro extremo de la mesa, Louis mordió su labio inferior y toma la pelotita, empezando el juego.

Los minutos pasaban y Louis reía junto a Harry mientras jugaban, y en ese momento el de ojos azules se dio cuenta de que Harry no hablaba, solo sabía decir su nombre, nada más. Respondía a todo con gesto y acciones.

Cuando se hartaron de jugar al ping pong, fueron por bebidas, Harry le sirvió un vaso repleto a se lo tendió a Louis, este rió.

— Creo que es demasiado.— vertió casi la mitad del contenido del vaso, devuelta en el recipiente. — Así, está bien.— el de ojos azules sonrió siendo correspondido inmediatamente.

+++

La noche era joven y ambos chicos bailaban al compás de las canciones que sonaban, Louis se sentía único en los brazos de aquel guapo muchacho, se sentía en las nubes por cada toque de aquellas grandes manos que el poseía. Hasta que el rizado unió sus gruesos labios con los de él y, oh, eran el paraíso.

Pasó las manos por el cuello del más alto, cerrando sus ojos y perdiéndose en aquel movimiento de labios. No se dió cuenta de que fue acorralado en una de las paredes, tampoco que las manos de Harry bajaron hasta su trasero apretando con fuerza este. Su mente, alma y corazón estaban envueltos en aquellos labios que eran el pecado en vida. ¨Debería ser ilegal tener esos labios y ser así de sexy.¨

Harry separó sus labios de los del mancebo de ojos azules y le dedicó una mirada tan intensa provocando que Louis suelte un gemido involuntario. Cubrió su boca y sus mejillas se calentaron, el otro chico sonrió ante su reacción y masajeo sus nalgas, duraron un gran rato en aquella posición, mirándose y toqueteandose discretamente. Y esa noche ambos se volvieron 1, Louis gimió hasta quedar completamente afónico y aunque Harry no habló, disfruto del cuerpo curvilíneo de su acompañante como nunca, disfrutando del placer de la carne.

Y Louis despertó, sobresaltado, tocó el lado derecho de su cama en aquel horrible lugar y no había nada, todo había sido un sueño.

Aún seguía en aquel centro psiquiátrico y lloro, lloro porque sabía que eso nunca fue real, de que lo que experimentó no fue real, fue producto de su maldito trastorno, lloro, porque deseaba salir de aquel lugar y buscar a aquel joven que acapara su mente, y lloro, por más razones que no conocemos.

Y con sus ojos llenos de lágrimas, escribió en aquel cuaderno de tapas negras y sus iniciales enfrente.

Érase una vez que lo tenía todo y lo perdí.

Y, después, en esa habitación no se volvió a escuchar un llanto, y ninguna respiración.

and i'll follow down the river

where the ocean meets the sky.

once upon a time ; larry ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora