I love you, mike..

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 Lean la historia mientras se reproduce la canción de multimedia.

Advertencia: One Shot sad.

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¡Riiing!

El sonido del timbre resonó por todo la escuela, dando por terminado las clases del día, Will siempre que escucha aquel típico sonido, se levantaba rápidamente de su puesto mientras tomaba sus cosas con rapidez, yendo con suma prisa hacia la salida.

Fuera del colegio lo esperaba su madre en un pequeño auto color gris, aquella mujer sabía que su hijo estaba ansioso por ir a ver a Mike, a ese pequeño niño cabello azabache que desde hace varios meses atrás había enfermado. Luego de saludarse madre e hijo, la mujer encendió rápidamente el coche poniendo en marcha el vehículo en camino hacia el hospital.

El viaje duró unos 10 o 15 minutos, pero para al pequeño Will parecieron horas, una vez que llegaron al lugar el pequeño castaño salió corriendo del auto dirigiéndose al interior del gran hospital. Las enfermeras y doctores del lugar ya lo conocían, Will había estado yendo todo los días, sin falta, para ver a Mike, los mayores solo miraban al niño con cierta ternura y pena.

 Will caminaba por los largos y fríos pasillos del hospital, el niño odiaba los hospitales ya que ahí reinaba la tristeza, enfermedad y olor a medicamentos pero todo era por Mike, todo era por él.

El castaño se detuvo quedando frente a la puerta de la habitación donde su mejor amigo se encontraba. Giro la perilla de este, dio unos cuantos pasos adentrándose por completo a la blanquecina habitación y observo la camilla en donde su amigo dormía.

El pequeño se sentó en una de las sillas cerca de la camilla, mirando como su mejor amigo dormía, algunos rulos rebeldes caían en la frente del mayor, pero Will debía admitir que se veía realmente hermoso así, Mike siempre había sido un chico sumamente guapo, todos lo sabían.

Minutos después Mike comenzó a despertarse, dándose media vuelta, encontrándose con su mejor amigo.

— Hey Byers.— Susurró con una pequeña sonrisa en sus labios, su voz sonaba débil, tan débil como él ahora mismo.

— Hey, Wheeler. ¿como estás hoy?.

— Los médicos dicen que hoy es un buen día. Así que supongo que estoy mejor que otros días.— Con lentitud el mayor se sentó en la cama, observando hacia la puerta. Al ver que estaba cerrada apoyó su mano en la cama, dando leves palmadas al colchón, indicándole a Will que se sentara a su lado.

El chico sin perder tiempo se sentó cerca de Mike, observando a su mejor amigo, sonriendole con ternura. No era ningún secreto que el castaño estaba enamorado de Mike, en varias oportunidades se habían besado.. habían sido besos pequeños, algo tímidos, pero muy bonitos.

— Los chicos y yo te extrañamos en el colegio... Todos te extrañamos Mike.— Murmuro Will acariciando la mano de su amigo, mordiendo con ligereza su labio inferior luego de hablar.

— También los extraño, no tienen idea. ¿Max sigue siendo tan buena con el skate como lo era cuando me enfermé?.— Pregunto Mike con una media sonrisa.

Will soltó una risita, asintiendo con la cabeza lentamente.

— Lo es, y te extraña, dice que tiene nuevos trucos que enseñarte.— Comentó para luego observar a Mike con más determinación, sus ojos conectaron y todo ruido ajeno pareció desaparecer, eran solo ellos dos en aquella espantosa habitación blanca.

— Will.. hay algo que debo decirte.— Dijo Mike con una notorio dolor en su voz, sonaba quebrada, rota.

El menor lo observó y sintió un escalofrío recorrerle la espalda, deseaba que no fuera nada malo.

GOODNIGHT. One Shot Byler.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora