Silencio y más silencio, las noches en el Starbuck siempre eran así....aburridas y frías. Alguna que otra pandilla, borrachos, pesados contándome sus penas, en fin, algo muy normal. Pero esa noche todo estaba tranquilo, y no había ningún cliente...Os preguntareis si yo era la dueña del local, verdad?¿
Pues por desgracia no, yo solo era una simple empleada, que trabajaba en esa pequeña cafetería dominada por una vieja llamada Marie. Y como siempre me tocaba a mi quedarme con ella los viernes por la noche, atendiendo supuestos clientes y limpiando, y todo eso hasta las 3 a.m, que era la fantástica hora de cerrar.
Esa noche no tenía nada de especial, era como siempre, Marie estaba revisando las facturas y sus papeles sentada delante de la caja registradora en "esa" silla. Me refiero a que, en el tiempo que llevaba trabajando (exactamente 1 año), no la había visto limpiar jamás esa silla, estaba llena de manchas grasientas, muy desgastada,....Y yo sentada en una mesa esperando que el enorme reloj que se encontraba colgado en la pared marcara las 3 a.m, ya que a esas horas quien coño iba a entrar, después de Douglas el policía del barrio(siempre venia a la 1:30 a.m,porque su turno acababa a esa hora, y antes de irse a casa pasaba a ver si estaba todo bien por aquí),no entraba casi nunca nadie. Eran ya las 2:30 a.m, y mis ansias se hacían mas y mas notables...Quería irme a casa ya, tumbarme en el sofá y inflarme a helado de Cookies & Cream...solo media hora!!
-Nicole deja de hacer el vago como siempre y haz algo - me dijo Marie desde su asiento sin apartar la mirada de sus papeles - No te contrate para que te pases todos los viernes sentada en ese asiento - ahora si había apartado la mirada de los papeles y me miraba con esa faceta suya de "haz lo que te digo"...
-Que quieres que haga, si no entra nadie...-garabatee en mi bloc de notas
-Limpia la cocina por ejemplo-volvió su vista a esos asquerosos papeles amarillentos
-Si, claro la cocina....ahora voy- dije fingiendo una sonrisa- Maldita bruja...-dije casi en un susurro adentrándome en la misma.
Platos sucios, restos de comida por cualquier rincón....y eso que la había limpiado hace 2 simples días, pero que esperar si ella era la supuesta cocinera. No se cuanto tiempo pase limpiando pero cuando salí el reloj ya marcaba las 3:12 a.m, teníamos que haber cerrado hace casi un cuarto de hora.
-Marie, voy a cerrar ya -le dije caminando hacia la puerta, a lo que ella hizo un vasto gesto, a lo que tome como un "vale".
Estaba pensando ya en el helado, el sofá y quedarme dormida viendo la Teletienda, cuando vi por la amplia ventana del local 5 chicos que pasaban por ahí.
Me apresure y cuando estaba delante de la puerta sacando las llaves, esos 5 chicos entraron al local ignorándome y sentándose en una mesa.
- Eh, esperad! - les grite mientras avanzaba a su mesa - Esta cerrado, marchaos y volved mañana -no tenía humor para explicarles que me había retrasado un poco en cerrar pero que de todas formas estaba cerrado.
-El cartel no ponía eso-dijo un rubio de ojos azules
-Justo ahora iba a cambiarlo y a cerrar el local, largaos! - mis contestaciones no eran propias de mi, la falta de sueño y las ganas de irme a casa estaban poniéndome un humor de perros...
-Nicole,has cerrado ya?- dijo aproximándose a mí y dándose cuenta de la presencia de esos chicos-Hola, les puedo ayudar en algo?-dijo sonriendo como una idiota
-Solo queríamos tomar algo - contesto un chico de ojos miel y cabello marrón ondulado, el cual llevaba como una bandana roja en el pelo
-Por supuesto -sonrió -Yo tengo cosas que hacer pero Nicole os puede atender - me miró amenazante
-Los podría atender si hubieran venido antes, pero ahora está cerrado - mire a Marie frustrada
-No importa que esté cerrado, son clientes, atiéndelos, si no quieres despedirte de tu trabajo - me susurro en el oído para segundos después sonreírle a los 5 chicos y volverse a no se donde.
Dejándome a mi enfrente de esos tipos, que no me sacaban la vista de encima, y me miraban como si se estuvieran alegrando de esto...
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Closed...
Teen FictionTodo marchaba bien en mi vida: tenía un nuevo trabajo y un pequeño apartamento en el centro de la ciudad de Sídney. Pero entonces "ellos" aparecieron en mi vida, rompiendo las reglas y marcándome para siempre...