Secret love song

''Por mujeres como tú, amor
Hay hombres como yo
Que se pueden morir por dignidad
Mordiendo el corazón''

Por mujeres como tu, Pepe Aguilar

El aroma a tabaco, sudor y alcohol inundaba sus delicadas fosas nasales; la vista se le nublaba por el humo en el ambiente que terminaba por mezclarse con las luces multicolor del concurrido bar. La musica estaba a punto de reventarle los tímpanos; tal vez el aceptar ir con sus amigos a un bar en su opinión, sobrevalorado no había sido una de sus mejores ideas.
Pero ya estaba ahí y necesitaba despejar su mente y relajarse después de una semana de locos en el trabajo.

Termino por alejarse de la barra en la que se encontraba, tomó su cerveza mexicana favorita y salió a la terraza por un poco de aire fresco, si así se le puede llamar al lugar en el que se encontraba: un balcón de ridículas dimensiones teniendo en cuenta el tamaño del bar, y para acabara de amolar todo esta repleto de parejas besándose y fumadores, la mayoría... ebrios.

Aunque no tenia el derecho de quejarse... tanto; para su suerte encontró un solitario rincón dónde encendió un cigarrillo para terminar recargandose de frente en el barandal.

Su mirada ónix se dirigió al oscuro firmamento que a pesar de estar lleno de los globos que adornaban a la gran urbe se lograban distinguir las estrellas y la luna.

Una luna de plata...

A pesar de que esta parecía estar hecha de diamantes y perlas, el veía reflejado un atrevido mirar ambarino.

Acabo con su cigarro, pero seguía perdido en sus pensamientos.
Llevo su mano al corazón que recelosamente custodiaba un dije con forma de luna llena; lo había comprado pensando en aquel que se había convertido en su Luna del Cielo en secreto.
Apretó el collar pegandolo más a su pecho, como si eso lograra que se grabara su esencia e imagen en el corazón y en las estrellas.

Sacudió su cabeza negando aquellos sentimientos y soltando la luna como si esta le quemara, la escondió tras su playera gris como solía hacerlo cuando ese maldito se apoderaba de sus pensamientos. Terminó sacando otro cigarrillo para alejar esos pensamientos que lo abrumaban.

Dentro del bar el cantante tomaba de un trago su tequila blanco, divertido ante la escena que la pareja de su mejor amigo le estaba brindando:
Hamada tratando de seguirle el paso a Miguel con tal de no darle gusto al tapatío de ver que no tenía ni la más mínima gracia al bailar, pero el genio había olvidado un detalle; tanto Miguel como Marco en algunas de las canciones para sus conciertos y vídeos requerían coreografías, que aunque no eran difíciles se necesitaban coordinación y agilidad; algo que Hiro no tenía.

Unos tragos y coqueteos después, el latino giro en dirección a las paredes y puertas de cristal que dividían la terraza del resto del lugar.
Entre toda la gente logró distinguir al motociclista, aunque no fue muy difícil. Gracias a su altura y ese porte intimidante aunque seductor que se cargaba.

Fue a su encuentro dejando al tronco del mitad japonés tratando de imitar los fluidos movimientos del cantante.

Ya estando más allá que acá se congelo.
Encontró al chef aunque este no lo había notado; ¿cómo una imagen cotidiana se podía volver tan excitante a la vez? Kyle recargado en el cristal del balcón con la mirada pérdida en el cielo y su cigarro que se consumía lentamente en sus manos.
Ya lo había visto semidesnudo y desnudo; era su amigo y confiaba en el y viceversa, pero esa imagen por alguna razón la hacia hervir la sangre.

Soñaba el despertar e irse a dormir con esa imagen todos los días, aunque con algunos cambios, pensó con malicia. Aunque deseo tenerlo en su balcón, en su cama, a su lado...