Se podía contemplar una mujer peliverde sentada en un banco del parque mientras comía helado, satisfaciendo sus antojos por el embarazo, aquella mujer tenia por nombre inko midoriya y estaba esperando felizmente al primero de sus hijos al cual ya se le había dado nombre, izuku midoriya. Al lado de la mujer se encontraba un hombre sonriente y feliz que tambien comía helado, él era hisashi midoriya, un hombre que trabajaba de ayudante creando soportes y trajes para héroes. ellos dos tenían grandes esperanzas de vida y mucha mas grandes esperanzas para su hijo que estaba en camino.
-Algunos meses después-
La mujer en ese momento se encontraba agarrando fuertemente la mano de su esposo y haciendo un gran esfuerzo ya que estaba dando a luz al pequeño midoriya, Durante un rato de pujes y pujes la pequeña criatura al fin salio de la mujer y comenzó a llorar, dando a entender que seria un niño sano.
La mujer luego de acabar de dar a luz relajo su rostro mientras que el agarre a la mano de su esposo tambien, luego de eso el hombre se limpio una lágrima que se le salio luego de oír un ligero crujido por la fuerza con la que la mujer le apretó la mano
Minutos después el pequeño izuku midoriya estaba en brazos de su madre aunque seguía llorando y llorando cada vez mas, ella no sabia cual era la razón de eso hasta que el doctor volvió con una expresión algo sombría, parecía que daría una muy mala noticia.
Doctor: Sr. Y Sra. Midoriya, tengo los resultados del bebe...-Dijo mientras le decía a la enfermera que saliera de la habitación con la mirada y ella asentía tranquilamente para luego salir- Su bebe no tiene ningún tipo de enfermedad ni nada por el estilo...-Dijo y los midoriya sonrieron y se vieron felices... Hasta que el doctor prosiguió- Sin embargo, su hijo padece de Osteogenea imperfecta, mejor conocida como huesos de cristal, lo que le acabo de mencionar es un trastorno genético hereditario caracterizado por huesos frágiles que se fracturan fácilmente.-Dijo y ambos adultos se miraron y luego miraron al niño en los brazos de la peliverde que continuaba llorando- Si la pregunta es porque llora tanto la respuesta ya la saben, tiene la mayoría de sus huesos rotos por el parto.-Dijo el doctor y ambos adultos asintieron viendo como el bebe lloraba, que iban a hacer?-
-Tiempo después-
El tiempo había pasado y el pequeño peliverde ya tenia un año, durante ese año demostró ser muy inteligente ya que aprendió a hablar a los 3 meses y luego de ello aprendió a caminar teniendo apenas 6 meses de edad, parecía ser alguien prometedor para el futuro a pesar de que siempre terminaba con alguna extremidad rota por caídas.
Los midoriya a pesar de todas las dificultades salieron adelante, todo estaba yendo de maravilla a ambos, la mujer había hecho muchas amistades en el nuevo vecindario al que se mudaron por la cercanía al hospital, incluso el pequeño izuku tenia un amigo, bakugo katsuki, un pequeño y obstinado niño que tenia el cabello color rubio ceniza y los ojos rojos que era muy buen amigo de izuku aunque como eran los dos únicos niños de la cuadra solo se tenían uno al otro, cuando el peliverde se lastimaba y partía alguna extremidad katsuki siempre llamaba a ambas madres para que se llevaran al peliverde al medico ya que sabia como era su amigo.
La madre del pequeño katsuki era mitsuki bakugo, quien era alguien muy divertida aunque algo vulgar a los ojos de inko pero a pesar de eso ellas dos tambien se llevaban bien
Como los hombres de la casa siempre estaban trabajando raramente se veian por lo cual ellos no llevaban una amistad muy apegada aunque si se detenían a tomar una cerveza de vez en cuando, lo cual hacia felices a sus esposas.
El tiempo pasaba e izuku demostraba ser alguien extremadamente inteligente ya que a sus 2 años ya sabia como leer y escribir, no perfecto, pero lo hacia. El niño había aprendido a leer gracias a que su madre se sentía cansada muchas veces y como él quería saber mas de los cuentos que su madre le contaba en la noche un día le pidió a su madre que lo enseñara dando el resultado de que el niño le leyera a la madre cuando ella caía rendida en el sofá.
-Mas tiempo después-
Ya el pequeño izuku midoriya tenia 4 años de edad y estaba estudiando, todos en su sección habían despertado sus quirks, unos eran inútiles a la vista de izuku, otros eran normales y estaba el quirk mas asombroso de todos a la vista del peliverde, explosión.
Durante una de las clases la maestra estaba preguntando que querían ser cuando fuesen mayores a lo cual todos respondieron lo mismo, héroes. La maestra sonriendo simplemente asintió y le dio palabras de aliento para que siguieran su sueño y muchas otras cosas.
Al final de la clase bakugo estaba esperando a izuku en la puerta del salón, viéndolo como recogía sus cosas
Bakugo: Rápido, izuku, si no nos apuramos llegaremos tarde a la entrevista con all might que esta planeada para hoy!-Dijo apurando al peliverde el cual tenia un brazo enyesado y se tardaba mas por eso- Ven, deja te ayudo.-Dijo y rápidamente fue junto al peliverde para ayudarlo a meter sus cosas en la mochila- Apuremonos!-Grito nuevamente con lo que el peliverde asintió y se puso la mochila por la parte delantera del torso por sobre el yeso-
Izuku: Esta bien. Vamos!-Dijo feliz de que su amigo a pesar de no haber despertado su quirk aun lo esperara-
De camino iban algo rápido mientras caminaban, tenían que apurarse si no quería llegar tarde pero para matar los minutos que faltaban para llegar a su casa izuku le hablo
Izuku: Gracias de nuevo por ayudarme el otro día con esos idiotas que querían golpearme solo por no tener quirk.-Dijo sonriendo y el cenizo asintió, feliz por la mirada de admiración que le daba su amigo-
Bakugo: No hay de que, izuku. Sabes que siempre que necesites mi ayuda estaré para ayudarte, recuerdalo, somos los mejores amigos del mundo y por ello no debemos dejar que el otro sufra. Además, se que cuando despiertes tu quirk sera algo asombroso y podremos ser un gran dúo como el enmascarado y all might.-Dijo recordando a un hombre que utilizaba maquinas y se unió a all might hace algunos años aunque era de vez en cuando que aparecía-
Izuku: Si, Ya quiero despertar mi quirk, me pregunto que sera...-Dijo sonriente e ilusionado mientras veía al cenizo asentir-
-Al otro día-
Doctor: Niño, rindete.-Dijo seriamente el doctor mientras veía al niño el cual al oír eso enmudeció, ¿Le había dicho que se rindiera?-