El dilema del erizo.
-¿te has dado cuenta?- su mirada seguía en la amplia agua que estaba debajo de nosotros mientras que el barco seguía avanzando.
- ¿de qué me debería de dar cuenta? – su pregunta me había consternado un poco, usualmente cuando se concentra no habla con nadie.
- tu y yo somos como erizos... si... nuestra relación es de unos torpes pero obstinados erizos.
-¿erizos? no logro entender eso- y realmente no lo hacía, ¿que tenía que ver unos erizos con nosotros?- -
-no has oído hablar... del dilema del erizo