Dolor.
Tristeza, era solo que lo que podía sentir, pero ¿Por qué? había logrado que fénix aceptara una cita conmigo, él había aceptado y sin embargo, estaba bajo la lluvia. Las gotas se revolvían con mis lágrimas, mis mejillas y nariz rojas por el frio que hacía y con una falsa ilusión, el apareció con un ramo de flores azules, empapado y agitado.
-perdóname, por favor... pero al enterarse que tendría una cita mi tío no me dejo salir, solo gracias a mi primo Adrien pude salir- su cara de arrepentimiento... no podía, era muy lindo – oh, ¡qué tanto! – con vergüenza y torpeza se quitó su abrigo y me envolvió con él, algo inútil pues ya estaba empapada pero... su calor y olor era grato.
- muchas gracias – el rojo de mis mejillas aumento cuando él se acercó a mí. Podía sentir su respiración muy cerca de la mía, solo pude cerrar mis ojos con nerviosismo, pero... - ¡achu! – sip, me estaba enfermando- ¡WAA! ¡Lo siento tanto Félix! - el no dijo nada, me tomo de la mano y me llevo debajo de un pequeño kiosco y me beso.... No le importo que de seguro ya estuviera enferma.
Simplemente me beso, un beso doloroso... tan doloroso que no sabía ni por qué... ¿Qué sucedió? Después de nuestra cita, el volvió a tratarme como si no existiera.