Tú eres mi única excepción

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Sakura los odiaba, a todos ellos.

Desde pequeña la habían entrenado para ser una líder valiente y fuerte, una estudiante ejemplar, una hija y esposa maravillosa. Ella había aprendido muchas cosas importantes, sin embargo, lo más importante que le habían enseñado, y había descubierto era que, el mundo es un lugar oscuro y cruel.

Todas las personas que ella conocía, alguna vez, atentaron contra ella de manera horrible, sin excepciones, incluso algunas veces, como si estuviera maldita.

La vida es una cruel maldición

Su madre, su padre, su prima Tomoyo, su hermano. Todos ellos la habían lastimado, haciendo que su carácter cambiara de forma radical, como líder del Clan Amamiya tenía mucha presión, especialmente porque su madre y padre murieron en un "accidente", aunque era más que obvio que había sido a posta.

 La única persona con la que dudó si odiar  fue su primer amor, Shaoran Li. Usualmente la hacía enfadar y aveces la llenaba de ira, pero cuando estaba a punto de empezar a odiarlo, el era dulce y se preocupaba por ella, le sonreía y el enojo se le pasaba, terriblemente para su corazón, hubiera sido mejor odiarlo. 

Pero no se puede odiar a la persona que amas, ¿Cierto?

Aunque después del daño que le había hecho, nadie podría decirle que no debía odiarlo, pues estaría en todo su derecho, un corazón que era capaz de desearle mal a los demás, no era bueno, ni sano. Pero le importaba muy poco.

Ella quería verlos sufrir, quería verlos cuando se convirtiera en alguien grande y poderosa, que ellos estuvieran moribundos del hambre, quería verlos disculparse hasta el cansancio y llenos de lagrimas, que estuvieran sumergidos en la miseria, quería que cayeran en desesperación y que nadie los ayudase.

Pero sobre todo, deseaba desde su oscuro y frío corazón ,que sufrieran tanto como lo había hecho ella, por su culpa.

- Oye, Sakura, ¿Quieres venir al cine conmigo y Mei Ling? -preguntó el castaño con una sonrisa.

- Lo siento, no voy a poder, me toca entrenamiento -mintió con naturalidad, pues no pensaba hacer el mal tercio, aunque no eran exactamente una pareja.....aún.

- Ya veo -murmuró algo triste- Bueno, será para la próxima.  

- Si, tal vez.

- Sakura....

- Esta bien lo prometo, Shaoran -dijo y él le sonrió, Sakura tuvo que poner cada parte de su voluntad para no sonrojarse.

- Bueno, nos vemos mañana -se despidió Shaoran y se fue con Mei Ling.

A pesar de su odio por el mundo, Sakura si socializaba, muy poco, pero si lo hacía. De hecho, le resultaba increíble que ese par fueran sus amigos, pues irónicamente, eran las personas que más daño le hacían.

Li Mei Ling. La conoció en la secundaria, era una chica muy bonita, de cabello azabache y ojos carmesí, con un carácter algo complicado, pero era fiel y amable. Al principio, no se llevaban para nada bien, especialmente porque ambas tenían un carácter muy parecido, solo que el de Mei Ling era de nacimiento, y el de ella porque la vida la formo así, sin embargo, con el tiempo se hicieron buenas amigas, a pesar del daño que le hacía la azabache a la castaña.

Caso contrario era Li Shaoran. Un chico tímido y solitario que conoció en la primaria, exactamente, en cuarto, él era poseedor de unos hermosos ojos ámbar y un cabello castaño oscuro, y aunque también fue complicado convivir con él, se hablaban más debido a la presión del Clan, por conseguir aliados. 

Sakura colocó sus cosas en su mochila y salió del salón, pasó por el parque pingüino y, en la esquina, se detuvo a contemplar una escena inesperada, Shaoran y Mei Ling estaban a solo 10 pasos de ella, abrazados, y dándose un tierno beso, sintió una horrible presión en el pecho. Ya nada sería como antes.

Ella no lo podía creer, si sabía que se gustaban, pero no esperaba que fueran tan rápidos. Salio corriendo de allí antes de que la vieran. Era increíble el daño le le acababan de causar sin darse cuenta, y otra vez, esos sentimientos de odio volvieron a intensificarse.

Ojala nunca me hubiera enamorado te ti, Shaoran.

Llegó corriendo a su casa y se encerró en su habitación, una parte de ella había muerto para siempre, lloró en silencio, y poco a poco, la tristeza la abandonó, dejando solamente en su ser el sentimiento de odio. Se imaginó a Shaoran en la miseria junto con Mei Ling y sintió otra presión en el pecho.

Al día siguiente...

- ¡Buenos días! -saludó Shaoran al entrar al salón- Ah, hola Sakura.

- Buenos días.. -saludó sin ánimo.

- Oye..¿Estas bien? ¿Te lastimaste?

- No.

- ¿Que tienes? ¿Estas enferma?

- Uhm, algo así -contestó con la cabeza hundida entre sus brazos- Lo siento, no podré ir al cine contigo y Mei Ling.

- ¿Tan mal estas? -preguntó preocupado.

- Si.

- Ya veo... Pues entonces me quedaré contigo.

Sakura rió, sorprendiendo a Shaoran.

- No, debes ir con Mei Ling, no te preocupes, voy a estar bien .

- ¿Estas segura? 

- Si.

- De acuerdo, pero si te sientes mal no dudes en llamarme -dijo y se retiro lentamente.

- Es imposible... No quererte -susurró- Voy a estar bien, si tu estas bien -guardó sus cosas y se fue.

Ella los odiaba a todos, quería verlos sufrir. Pero... 

Oh, cariño. Tú eres mi única excepción.   


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Hola, aquí les dejó el primer One-Shot de este libro, actualizaré todos los viernes, sin falta. 

Espero que les haya gustado, no olviden votar. Ah, y si quieren que escriba sobre una pareja en especial o tema, solo escriban lo en los comentarios.

¡Sayonara!

One-Shot's SCCWhere stories live. Discover now