Let's order pizza!

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Disc. Personajes no me pertenecen, son de Kōhei Horikoshi.

Las portadas tampoco son mías, créditos a sus respectivos autores.

Era un día normal, un sábado a media tarde con el squad, o al menos así le gustaba llamar a su grupo de amigos, y vaya más raro conjunto al que el destino lo había unido, Kirishima Eijiro, su amigo de la infancia, su bro, su confidente, acompañado de su ahora novio Bakugou Katsuki, un chico problema en la secundaria, embonando muy bien en su grupo durante la prepa, Sero Hanta, un chico de sonrisa peculiar, agradable y amistoso, y finalmente Mina Ashido, la única chica del grupo, pero que si quería podía partirte tu mandarina en gajos, era ruda y pesada, pero también alegre.

-Que me trates como una dama te estoy diciendo chingada madre- gritaba mina sentada en el sofá apartando con el pie a Sero mientras mantenía el control del X-box en su mano.

-Yo gané el piedra papel o tijera- repetía Sero estirándose para alcanzar el mando.

-Te digo que seas caballeroso, las damas primero- repetía ella estirándose aún más.

-Yo tomaré eso- dijo Kirishima pasando junto a ella y quitándole el control para sentarse en la alfombra junto a Bakugou.

-Ya era hora- gruñó el rubio quien sostenía el otro control esperando a su oponente -cara plana y la alien rara no dejaban de pelear, estaba a punto de levantarme a patearles el culo-

-¿Ehh? ¡Que injusto Kirishima-kun!- gritó Mina.

-Lo siento- dijo entre risas.

-Bueno- suspiró resignada ya que la partida acababa de comenzar -Kaminari-kun ¿Qué hay de comer? Tengo hambre-

-Ciertamente yo también tengo hambre- secundó Sero.

-He encargado una pizza- dijo Kaminari desde la cocina caminando hacia ellos con un tazón de palomitas -Ya no ha de tardar, pero por mientras podemos comer estas-

Sí, ese era un día normal para ellos, bueno, un sábado normal, se reunían en casa de alguno a jugar videojuegos, comer chucherías y perder el tiempo en lo que se les ocurriera.

Amaba que sus días fueran así, poder estar con sus amigos era una de las cosas que Kaminari apreciaba muchísimo en el mundo y es que estando en la preparatoria, muchas cosas cambiarían al ir a la universidad, así que no lo pensaba mucho y disfrutaba lo que tenía día con día.

Puso el tazón de palomitas frente a Kirishima y Bakugou y se sentó a lado de Mina en el sofá, sin embargo no terminaba de acomodarse cuando el timbre de la puerta sonó -Oh debe ser la pizza- anunció y se levantó de su sala camino al pasillo que conducía a la puerta.

Al abrir la puerta se encontró con el repartidor usando el casco todavía con la pizza en manos.

-Kaminari, ¿verdad?- preguntó

El rubio asintió con la cabeza y le dedicó una sonrisa.

-Son $260- dijo apenas audible entregándole el pedido.

-Ah claro hermano- dejó la pizza en un mueble que tenían junto a la entrada mientras buscaba su dinero en el bolsillo -Te juro que lo tenía por aquí- se estaba poniendo un poco nervioso hasta que sus dedos finalmente tocaron un papel dentro de su ropa sujetándolo y sacándolo ante el repartidor, era un billete de $500.

-Espera aquí, te traeré tu cambio- dijo el repartidor, sin embargo Kaminari no escuchó y vio cómo se alejaba.

-Hey...- le iba a gritar que le faltaba su cambio pero vio como regresaba a su motocicleta y se quitaba el casco, honestamente el chico se veía desaliñado, su cabello violeta estaba un poco desordenado por el casco, pero era largo y estaba mayormente hacia atrás, agarró un poco de dinero de una bolsa y volteó hacia el rubio aún sin verle a los ojos contando el dinero, fue cuando pudo verlo, esos profundos ojos llenos de cansancio, esas ojeras que lo único que hacían era hacerlo ver más sensual, todas sus facciones en perfecta sincronía, alto y de espalda ancha, era perfecto, o al menos así pensó el pequeño Pikachu.

Pidamos una PizzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora