Sinopsis

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Me acaban de desalojar del departamento donde estaba viviendo los últimos tres años. Estoy en la quiebra, no tengo trabajo, hace unos meses me gradué con honores de la Universidad en Contabilidad, pero eso ha servido de poco, todos los trabajos buscan experiencia de mínimo dos años, en el banco, en empresas.
Bien mi madre me habia advertido
"Hijo la Universidad y las fiestas no son simplemente para conocer chicas y presumir de con cuantas te acostaste en el último año, sino para hacer relaciones con los docentes, con compañeros que sobresalen como tú en sus notas..."
Pero como siempre no hice caso, simplemente tuve las mejores notas, pero no habia hecho ninguna relación con alguien que me asegurará un trabajo al salir de la Universidad, por estar con chicas que son mi debilidad, había derrochado todo el dinero que me habían dado mis padres, en ellas.
Benditas/malditas mujeres, te vuelven loco, te hacen gastar todo tu dinero, pero joder que te hacen sentir demasiado bien.

Siempre he tenido un buen físico, por eso nunca fue un problema encontrar a alguna mujer que quiera algo casual conmigo, ¿Quién era yo para impedir que disfrutaran de mi por un rato? Disfruté cada maldito segundo y no me arrepiento para nada, pero la regla inquebrantable de mi padre, era que siempre me protegiera, me habían dicho que hacerlo sin preservativo era mil veces mejor, pero la verdad prefiero mil veces usar uno y que no disfrute tanto a contraer una enfermedad. Ese sería mi fin.

Desgraciadamente no todo es color de rosas, mis padres me habían dejado bastante dinero para por lo menos un año más en lo que consiguiera un trabajo decente, ya que ellos viajarían a Europa por motivos de trabajo y obvio para estar solos. Pero como yo decidí gastar en mujeres, ya me quedé sin casa, en la calle y sin dinero.
Y para completar me habia ganado a pulso la enemistad de muchas personas, la novia que me amaba, le fui infiel con su hermana, el mejor amigo que tenía, su novia en venganza a él porque no cumplió uno de sus caprichos, me embriagó e hizo que nos tomáramos fotos un poco "raras" Para ser solo amigos, él jamas me perdonó, pero en mi defensa no me acosté con su novia, ni me interesaba, pero el no me creyó por la fama que me había hecho todo éste tiempo y también porque su novia le afirmó llorando que le había sido infiel conmigo, esa mujer es una de las mejores manipuladoras que he conocido en mi vida, así que lo único que pensé e hice que era lo mejor para ambos, era cortar la amistad.
Seguiría y seguiría la lista, de quienes me gané su enemistad pero no acabaría, supongo que todo ésto es karma por todo lo que he hecho en los últimos años, jamas iba a creer que me volvería tan mujeriego, pero es que no puedo evitarlo, todos eligen en lo que quieren hundirse como drogas o alcohol y yo prefiero demasiado a las mujeres que cualquier otra cosa.

- ¿Tiago? - Pregunta Iren un amigo con quien una vez hice un trío, que vergonzoso fue el día siguiente, me había pasado de copas para aceptar algo así.
- Eh... Hola - digo rascandome la cabeza mirando a otro lado, el me mira fijamente acercandose a mi.
- ¿Qué haces aca en la calle con esas maletas?
- Emm... Me corrieron de mi departamento porque no tenía dinero para pagar el alquiler - confieso con una sonrisa nerviosa, ésto se me hace tan incomodo y vergonzoso.
- ¿Tú? ¿En serio? - dice señalandome y riendo a carcajadas y yo le miro con cara de pocos amigos y el para de reírse - Ah... Es de verdad - se da cuenta cuando yo no río - Lo... Lo lamen...
- Tranquilo - le interrumpo - ahora no sé a donde ir... - digo tratando de pensar en que hacer
- Emm... - Iren también se pone a pensar - podrías venir a vivir a mi departamento - dice de la nada y le miro, esperando que se empiece a reir, pero está espectante a mi respuesta
- ¿No es broma? - pregunto después de unos segundos
- No, para nada - niega con la cabeza - Hay una habitación disponible, podrías quedarte ahí, pero lo que puede que no te agrade es que... hay una chica viviendo conmigo... - dice dudoso - Y... Y nosotros...
- Estan follando... - completo lo que iba a decir
- Sí, eso... Y es un poco... - vuelve a dudar en lo que dirá
- ¿Gritona? - pregunto sabiendo que es eso.
- Sí - dice sonriendome, yo alzo una ceja porque no entiendo el motivo de su sonrisa
- Esta bien, no hay problema - digo aceptando su oferta, peor es nada.

Pide un taxi y me ayuda a llevar mis cosas hasta su departamento, necesito una ducha, porque apesto, subimos como dos pisos y llegamos, así que eso me dice que probablemente escuchemos ruido de los departamentos de más arriba, no es tan bueno eso, mi antiguo departamento era en un Penthouse, y no tenia que usar escaleras.

Iren abre la puerta y empieza a meter las cosas, yo llevo la maleta mas pesada por lo que tardo más, pero al fin llego, y veo a una chica con una diadema con orejas de gato aparecer de la que supongo es la sala.
- Al fin ya llegaste... - dice suave y pone sus brazos en sus hombros.
- Mel... - empieza a decir Iren
- Te tengo una sorpresa - le interrumpe y el jadea, supongo que ella hizo algo, yo me aclaro la garganta y ella recién se percata de mi presencia.
- ¿Quién es el? - pregunta curiosa apartandose de el.
- Emmm, eso quería decirte... Va vivir con nosotros - y ella voltea a verle.
- ¿En serio? - pregunta sorprendida, no parece molesta, así que supongo que eso es bueno, ella se dirige a mi y recién ahí puedo ver su atuendo, lleva una camiseta apretada rosa algo transparente y como no lleva brasier no deja nada a la imaginación, sin embargo me decepciona un poco ver que no las tiene tan grandes, pero bueno son los gustos de Iren, abajo solo lleva una pantie de encaje negro.
- Está bien - concluye después de unos segundos evaluandome - Pero el baño es mío de 7 a 8 de la mañana, solo te advierto - dice dandose la vuelta, me contengo de reirme, ¿Quién se cree? Creo que el dueño del apartamento es Iren no ella, pero no soy nadie para meterme en eso, solo acepto. Iren me señala mi habitación, más bien queda en frente de la habitación de Iren y de la chica, que ahora que la vi, tampoco es que sea muy agraciada de atrás, ¿Qué será que lo trae loco a Iren para que viva con ella? me pregunto, pero me apresuro a meter las cosas a mi nueva habitación.
Entro, es amplia, pero está sucia, hay algunas cajas, me fijo, una caja llena de revistas con pornografía, con cosas que no me incumben, pero no sé que hacer con estas cajas, así que salgo para preguntarle.
- Iren... - llamo tratando de no interrumpir mucho lo que hacen - ¿Dónde pondré las cajas? - pregunto incomodo, ella está encima de el.
- En... En la pequeña habitación al lado de la cocina - dice sin aliento. Madre mía que incomodo, yo asiento y me apresuro a ir a dejar rápido las cajas, también en barrer rapido la habitación, antes que empiecen. Creo que nunca habia barrido tan rápido una habitación, cierro mi habitación cuando empiezo a escucharla gritar y realmente grita bastante alto.

Veo la habitación, acomode un colchón que había, tenia unas manchas blancas que tengo una idea de que es, lo di la vuelta, el uno de los cajones habian unas frazadas, asi que lo pongo, sin sabanas, sin almohadas, en el piso, pero por lo menos hay un colchón. Así que supongo que a ésto se le llama empezar de cero, bueno casi de cero, si no hubiera sido por Iren que me vió, probablemente en éste momento estaría bajo un puente. Termino de darme una ducha, mientras ellos siguen en ese asunto y luego me arrojo en el colchón y por poquito casi me lanzo al piso, luego aparte del ruido de los gritos de la chica esa, empiezo a escuchar música fuerte que proviene del piso de arriba. ¡Genial!
Es increíble a que tan bajo llegué por no darme cuenta las consecuencias que iba a tener si seguía como estaba, derrochando dinero como si fuera Navidad, ser hijo único tiene sus desventajas y ventajas. Mi padres me dejaron solo confiando en mi, tampoco quiero llamarles para decepcionarlos y decirles como terminé, me lo advirtieron varias veces, solo queda afrontarlo y seguir buscando algún trabajo, aunque realmente dudo conseguir algo si alguien no me recomienda y nadie lo hará porque no conozco a nadie quien lo haga.
Estoy en la miseria...

¿Serías Mi Sugar Mommy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora