El dolor de amar

Dolor

HOLA MI HERMOSA GENTE DE WATTPAD, HEMOS VUELTO CON UN NUEVO CAPITULO, YA SABEN QUE SI LES GUSTO, LES SACO UNA SONRISA O LOS ENTRETUVO, PUEDEN REGALARME UNA ESTRELLITA, NO SABEN CUANTO ME MOTIVA A SEGUIR CON ESTO

BUENO, SIN MAS, VAMOS CON EL CAPITULO

Una semana había pasado desde que el pelirosa fue dado de alta, en todo este tiempo había estado en la enfermería, pues sus heridas aún no se habían curado por completo, por lo que era mejor que descansara y se moviera lo menos posible

Y como todas las mañanas, una albina se encontraba subiendo al segundo piso, en su mano se encontraba una bandeja en donde llevaba diversos alimentos, un vaso de jugo, tostadas con mermelada, una tasa de leche y huevo con tocino

En todo este tiempo, ella se había vuelto una de las encargadas de cuidar el pelirosa, así que ahora se encontraba dándole el desayuno

Cuando ingreso a la enfermería pudo verlo, su melena rosa y alborotada, sus ojos jade muertos y carentes de emoción alguna y su semblante frio e inmutable. Su frente, brazos y piernas estaban cubiertos totalmente por vendas, al igual que su torso

Solo verlo así la destrozaba, él era un hombre maravilloso, siempre cuidando a sus amigos, haciendo hasta lo imposible por verlos sonreír, no se merecía lo que le había sucedido. Por eso no podía perdonar a la pelirroja, nada justificaba su accionar egoísta, ella sabía de los sentimientos de su amigo, y no le importó utilizarlo para después romper su corazón, pero también odiaba al peliazul, el poco hombre que de un momento a otro vino y arruino la vida del pelirosa. No importaba el tiempo que pasara, ella no les perdonaría eso

Pero ahora no era momento para eso, ahora debía cuidar a su amigo, de la mismo forma en la que él lo hizo hace años, cuando su mundo era solo oscuridad y él le mostro la luz, esta vez ella le devolvería el favor

"buenos días Natsu" saludo con una sonrisa

"buenos días Mira" respondió Natsu

"te traje mucha comida" dijo Mirajane

"te lo agradezco, tu comida es la mejor" dijo Natsu

La maga de take over se sentó al lado de la cama del pelirosa, en una silla que había preparado de antemano. Usando un tenedor tomo un poco de tocino y huevo

"di ahhh" dijo Mira dirigiendo el utensilio a la boca del pelirosa

"no es necesario, puedo comer solo" dijo Natsu

"para nada, tus manos aún están heridas" dijo Mira

"aun asi, no estoy tan mal para que tengas que darme de comer" insistió Natsu

"soy tu enfermera personal, y debes hacerme caso" dijo Mirajane

"¿desde cuando eres mi enfermera personal?" pregunto Natsu

"desde que te cuido todos los días" respondió Mirajane

"es vergonzoso que me des de comer" dijo Natsu

"tranquilo, no hay nadie más" refuto Mirajane

"¿Cuándo podre comer?" dijo Natsu

"cuando me hagas caso" dijo Mirajane

Sabiendo bien que su amiga no cambiaría de opinión, el pelirosa dio un suspiro resignado

"ahhh" dijo Natsu abriendo la boca

"muy bien" dijo Mirajane alimentando al pelirosa

"¿cómo están tus heridas?" pregunto Mirajane

"aun pican, pero no tanto como antes" contesto Natsu

"se paciente, en un par de días te retiraremos las vendas y podrás salir" dijo Mira