7 de Septiembre del 2010.

11 0 0
                                    

Un mes después de haber cumplido mis 9 años, mi madre y yo nos mudamos a Saint Joyce. El lugar se veía muy bonito en las estampillas que mi abuela nos mandaba para intentar convencer a mi madre de que nos mudáramos para así ella poder pasar más tiempo conmigo, mi madre terminó aceptando y así fue como nos mudamos. Ese día, yo me encontraba un poco triste; acababa de dejar a todos mis amigos y pensaba que jamás podría hacer alguno aquí. Mi madre lo notó y me regaló un poco de dinero,

"Ve a comprar tus dulces favoritos, cielo."Me dijo y yo la obedecí. Cuando llegué a la tienda más cercana, fui directo al pasillo de las golosinas, quería llegar rápido a casa antes de que me abuela decidiera ordenar mi habitación. Cuando encontré mis amados M&M's  me percaté de que solo quedaba un paquete y lo tomé, pero, en ese mismo momento un chico también lo hizo. Cuando lo miré me quede asombrada, era un niño muy lindo: Palido, con el pelo oscuro y los ojos también. Llevaba puesta un suéter azul y un pantalón negro. Me miró enfadado.

 "Yo los toqué primero, son míos, dámelos." Dijo mientras jalaba del paquete para intentar quitármelos.

"Olvídalo perdedor, son míos." Le dije mientras los jalaba con más fuerza. Ambos tironeábamos el paquete con tanta fuerza que se rompió y un montón de dulces cayeron al suelo. Mi miró y salió corriendo, cosa que yo hice también pues temía que alguna persona me regañara por el desastre que acabábamos de causar. Decidí seguir al niño que había arruinado mi paquete de felicidad. Se dirigió a un parque del cuál no tenía idea de su existencia. Por suerte este quedaba muy cerca de mi casa, así que decidí que traería a mi abuela aquí más tarde. El niño se dio la vuelta y me descubrió siguiéndolo, nunca había tenido tanta vergüenza en mi poca vida.

"¿Por qué me sigues!?" Me gritó.

"Porque destruiste mis dulces." 

"¡Tu los destruiste!" 

"Claro que no." Le dije y me senté en una mecedora.

"Eres muy rara." 

"Y tu muy gritón."

"Nunca te había visto, me asustaste." 

"Nunca he estado aquí, me mudé hoy."

"Bienvenida." Me dijo. 

Después de eso, hablamos al rededor de una hora. Con el tiempo, nos hicimos amigos, crecimos juntos, yo sabía todo de el y el todo de mi. Era muy extraño que de una tonta pelea por unos dulces naciera una amistad tan linda, nuestros padres decían que terminaríamos casado, ya que ninguno de los dos podía estar un día sin el otro, nos sentíamos aburridos. Ese lindo niño, quien fue mi mejor amigo por casi por casi más de 7 años fue Asel.

Sky Ligths. [Editando.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora