Capítulo 1

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Todos lo miraban asustados, alejandose lo más lejos posible fuera de su alcancé, algunos jóvenes que tenían la desgracia de pasar a su lado se apartaban de una manera exagerada con el fin de no tocar la piel del contrario. Esa actitud molestaba a vegeta,  pero en un pasado llego a doler la manera que lo trataban sus compañeros, tanto que a su corta edad se iba a llorar en los baños como un marica... pero ahora en sus años de universidad resultaba ser sumamente irritante. Las personas son estúpidas, juzgandolo sin siquiera conocerlo realmente. Sin embargo, estaba acostumbrado.

Cuándo abrió la puerta de su aula todos los que se encontraban platicando alegremente en los bancos se callaron, mirando al peliflama con temor, expectantes a cualquier movimiento que diera. Vegeta cerró la puerta poniendo los ojos en blanco en fastidió. Otro día nuevo comenzaba, solo debía aguantar las siete horas de clases una vez más para finalmente ir a su casa. Caminó sin importale tener medio salón quemarle la nuca en observarle. No fue hasta que unos murmuros sonaron llenos de temor tratando de avisar inútilmente a una chica que se encontraba sentada en el banco que daba justamemte en la ventana, ignorando todo su alrededor por tener un par de audífonos en sus oídos. Pero, fue demasiado tarde, vegeta ya se encontraba parado a un lado de ella, apretando uno de los tirantes de su mochila sonriendo con malicia por lo que estaría a punto de hacer.

—Mujer...—La llamó quitándole uno de sus audífonos de manera tosca, haciendo La sobresaltara.-Estas en mi puto asiento.

Cuándo la joven se dio cuenta de quien se trataba no pudo evitar tomar el libro que tenía colocado en el banco protegiendose, haciéndose bolita mientras temblaba.

—Lo-lo siento, pen-pense que no vendría y decidi-decidi sentarme aquí...—Hablaba de forma nerviosa, evitando a toda costa cruzar una mirada sus ojos.-La v-vista del patio es hermos-s-a y...

—Quítate de mi asiento al menos que quieras que te haga a un lado jalandote de tus pelos mujer.—Le amenazó, sonriendo de manera tetrica. Los demás lo único que hacían es ver la escena con temor, rezando por la chica que según ellos juraban que no saldrían con vida.

Algunas chicas miraron la escena un tanto aterradas, imaginando las multiples y horribles posibilidades que a su amiga podrían pasarles por su gran falta. Pues estas anteriormente le habían advertido que no se sentará en ese lugar, vegeta lo único que hizo fue chasquear la lengua, quitando su mochila para cargarla con una sola mano, dio un golpe sonoro en el suelo eso hizo que la chica saltara mientras huía desfavoridamente del asiento con sus cosas torpemente guardadas en su mochila hacia donde se encontraba aquel rincón donde sus amigas la recibieron en un gran abrazo grupal y las abrazaba.

Que dramáticas...

Pensó el con hastío dejó caer su mochila en su asiento, sentandose para luego poner sus piernas en la mesa. Lo único que según el consideraba malo hacerle sería tirarle la mitad de lo que quedaba de la botella de agua en el cabello.

Ignoro todo el bullicio que causó, mas no se arrepentia de lo que hizo. Al menos si le iban a temer que sea por una razón y no por falsas especulaciones que hablaban de el en casi toda facultad. Se coloco sus audífonos y se concentró solamente las melodías tranquilizantes de kaleo.

—Si sigues tratando a los demás de esa manera nunca conseguirás tener un amigo y te seguirán temiendo sin razón alguna, Vegeta.—Su voz dulce sonaba llena de reproche. Vegeta no pudo evitar soltar una pequeña carcajada, abriendo sus ojos para ver a la joven de pelo celeste que lo regañaba con los brazos cruzados.

Se quitó los audífonos dejándolos en el pupitre.

—Me da igual lo que piensen de mi.—Le respondió simple, observando como tomaba asiento a lado de el. Como siempre solía hacerlo cuando llegaba.

—Pues a mi no, por mas que intentó hacer que las personas en este lugar piensen distinto de ti llegas y haces algo que los hacen dudar aun más de ti.—Decía mientras sacaba un cuaderno de su mochila al igual de algunas plumas y un lapiz.—No puedo hacer esto sola si tu no coperas en esto...—Entonces volteo a verlo severamente. Cosa que por alguna extraña razón enojo a vegeta.

—Yo nunca te pedí que me ayudarás.-Se quejó enderezandose en su asiento, mirandola de la misma manera intimidante que ella hacia con el.—Solamente un día llegaste a mi asiento y me hablaste como si fuéramos amigos de toda la vida y desde ese día nunca has dejado de sentarte a un lado de mi, molestandome con tu asquerosa presencia.

Bulma se quedó callada por un par de minutos para luego reir de forma abierta. Extrañando a todos en el salón.

—Vamos vegeta, si no fuera por mi te hubieras llevado la materia de física  y créeme que con lo estricto que es el no la hubieras hecho y ahora mismo estuvieras repitiendo año.

—Tshh.—Chasqueo la lengua volteandose evitando su mirada llena de cinismo y burla. Bulma suspiro resignada, sabiendo que cuando vegeta hacía ya no le respondería a cualquiera de su palabras.

Sin embargo duraron en silencio un buen rato, lo único que se escuchaba en el aula era un leve bullicio por parte de un par de estudiantes que se sentaban atras de el, no le tomaba importancia a lo que dijieran, pero siempre había una excepción para todo. Podrian hablar toda la mierda de el si quieran, pero no soportaba que se metieran con otras personas a las cuales consideraba importantes o relevantes en su vida y bulma era una de ellas. Aunque fuera molesta y en su mayoria del tiempo se la pase regañandolo la consideraba como una amiga, la única amiga que desde un principio dejo de lado todo la porquería que hablaban de el para estar con el. Y sin duda, le molestaba mucho que con el simple hecho de que bulma se juntara con el casi el salón completo hablara mal de ella, cuestionadose seriamente como es que alguien como ella podria juntarse junto a él chico mas temido de la universidad.

De manera inconsciente empezó a formar un puño en su mano, la cual se encontraba recargada en su barbilla. No fue consiente de ello hasta que sus nudillos tronaron, alertando tanto a bulma como a los chicos de atrás, los cuales se callaron de forma inmediata, siendo conscientes que vegeta los había escuchado.

—Vegeta...—Lo llamó acercando su banco cerca del peliflama, extendiendo su mano para acariciarle el hombro para tranquilizar su irá.

—Mujer.—Tomo la mano de bulma deteniendo sus movimientos, sin ejercer presión. Mas bien la tomaba de forma delicada, inconcientemente acariciando su suave mano con su pulgar.—No entiendo por que a pesar de que hablen mal de ti por estar conmigo, nunca tomaras la decisión de sentarte a otro lado.

—Vegeta, eso no...

—Eres muy buena persona, demasiado hermosa a decir verdad. Muchas personas te apresian y hasta cierto punto juntarse contigo, ya sea para ser tu pareja o buscar una amistad contigo. En cambio, siempre me preferiste a mi por alguna extraña razón.—Sonrio forzosamente ante sus palabras.

Bulma lo notó y no fue entonces que se tomó la libertad para estirarse lo suficiente para acariciar su mejilla con cariño, sobresaltandolo por un momento. Más no la parto, se sentía tan bien sus suaves manos acariciar su rostro, a demas de que el olor dulce de su crema era su adicción.

—Me agrada estar contigo vegeta, no hay nadie más con el que me gustaría estar mas que contigo.—Dijo con sinceridad. Vegeta estaba a punto de responderle. Pero lamentablemente el profesor había entrado, interrumpiendo su pequela burbuja.

Lo único que pudo hacer fue acariciar vagamente su largo cabello para luego enfocar su vista en lo que ahora su estupido profesor de física.

Lo único que pudo hacer fue acariciar vagamente su largo cabello para luego enfocar su vista en lo que ahora su estupido profesor de física

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Historia corta que se me ocurrió mientras estaba cagandoxD

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