Capitulo 3.

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Bulma caminó un largo tramo hasta sentarse en el primer asiento que se le cruzó en el caminó

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Bulma caminó un largo tramo hasta sentarse en el primer asiento que se le cruzó en el caminó. Estaba tan cansada y asquerosamente sudada, odiaba el verano al igual de los días de extremo calor y este era uno de ellos, maldecía con todas sus que su padre a último momento decidiera no ir por ella, usaria el transporte público si es que no fuera tan idiota para no saber que metro o autobús que le dejará lo más cercano a su hogar, ahora no le quedaba de otra que caminar por casí una hora hacía su casa, no llevaba ni quince minutos y ya sentía que en cualquier momento moriría de deshidratación.

—Hola buenas tardes señorita ¿Va a ordenar algo?.-Preguntó aquel camarero con cortesía.

Bulma se sobresaltó y miró a su alrededor antes de tomar en cuenta que en la banca que se había sentada era parte de un local de postres y bebidas.

—Oh lo siento, yo solo me senté y no tome en cuenta que este haciento era parte de un local, pero aprovechando si me gustaría pedir algo...

Sus miradas se encontraron y fue entonces cuando sus rostros se pusieron rojos a mas no poder, una por tratar de no reirse por la peculiar situación y el otro en completa pena de que bulma la viera en mandil y con todo un frasco de gel en su pelo.

—Wow no sabía que tu voz podia sonar diferente cuando eres amable.-Llevo sus manos a su boca ahogando las risas que salían ahogadas de su boca.—Te vez raro peinado de esa manera...

—Solo dime que vas a ordenar y largate.-Dijo completamente apenado volteando a ver hacía otro lado.

De todas las personas en el mundo se encontraba con la que menos quería que lo viera en una situación tan de probable como en la que se encontraba.

—¿Por qué te enojas? No estoy diciendo que te ves horrendo.-Aclaro dejando de reír y mirándolo de pies a cabeza.—Es más hasta creó que luces apuesto.-Admitió sonriéndole a mas no poder.

Se veía adorable, a vegeta le gustaba cuando sonreía de aquella manera, tan inocente y llena de alegría o eso pensaría de no ser que sabía que bulma lo hacía por mas que pura malicia hacia su persona. Saliéndose de su trance vegeta le entrego el menú casi aventandolo hacía su cara.

—Ordena de una vez, tengo cosas más importantes que hacer.

—Bien, amargado, ordenaré un trozo de pastel de vainilla con frutas y un trozo de pastel de nube, y para beber una malteada de fresa y un té verde con duraznos.-Le entregó el mismo menú de la misma manera en la que vegeta se lo lanzó.—De pasó sirve  que hablamos de tu inesperado trabajo en este lugar.

—Bulma, no puedo hacerlo sigo a prueba para obtener este trabajo y...

—¿Cuánto te pagan y cuantos días a la semana son?.-Su perduadez al igual que sus ojos azules mirándolo hicieron que vegeta se intimidara.

—Bulma...-Suplico que parara hastiado.

—¿Cuantoooo?.-Alargo las palabras sin quitarle la mirada de encima.

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⏰ Última actualización: May 11, 2021 ⏰

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