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unas cuantas palabras antes de que te marches.
tú siempre estuviste para mí, siempre me ayudabas en todo, me dabas consejos, me consolabas, me mimabas.
adoraba todo de tí, para mí eras simplemente perfecto, mí joshie perfecto.
cuando te conocí me gustaste, debo admitirlo, y no sólo por físico, sinó también por tu asombrosa personalidad.
cada besito que me dabas era lo más especial del mundo para mí, me sentía muy afortunado de tenerte, eras como un tesorito para mí.
el día que peleamos me sentí horrible por haber dicho cosas incoherentes y bobas. temí perderte, no podía tolerar que por una de mis boberías perdería una persona realmente preciosa, así que decidí olvidar cualquier sentimiento hacia tí, por mí bien.
ese día me heriste mucho, pero no te culpo, yo soy demasiado sensible, sinó correspondías estába bien, no te podía obligar a nada.
pero me alegro de que hayas seguido conmigo, era feliz si tú eras feliz, algo celoso de que mimaras a otras personas, ya que sólo quería tus mimos exclusivamente para mí, pero traté de quitarme ése pensamiento egoísta, y podría decir que lo logré.
siempre traté de devolverte el favor, yo también quería ayudarte, quería hacerte feliz de alguna forma u otra, aunque tu felicidad fuese con otra persona.
realmente no sé si yo llegué a darte siquiera una pizca de felicidad en tu vida, sentía que todo lo hacia mal.
siempre he deseado lo mejor para tí, porque las mejores personas lo merecen.
siempre pensé que eras una especie de ángel, el cual me hacía sonreír y reír con sólo algunas palabritas y dulces mimitos.
ahora que te vas, siento que no aproveché el tiempo contigo, me arrepiento de muchas cosas que no hice.
espero que te vaya bien, que algún día vuelvas, yo te estaré esperando con una sonrisa en el rostro.
